Cartas al director

Valores

Cuando yo era pequeño me inculcaron en mi familia y en la escuela los valores de la modestia intelectual, la austeridad, la solidaridad, la discreción y la honestidad; contrarios al narcisismo, el despilfarro, el egocentrismo, la permanente propaganda y la desvergüenza de los políticos separatistas. ¿Cómo es posible que haya tanta gente en Cataluña que siga jaleando a estos individuos, cuyo comportamiento está tan alejado de los estándares sociales que admiramos normalmente? Lo importante no son las ideas, todas ellas respetables si cumplen con la ley, sino los medios para alcanzar los objetiv...

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Cuando yo era pequeño me inculcaron en mi familia y en la escuela los valores de la modestia intelectual, la austeridad, la solidaridad, la discreción y la honestidad; contrarios al narcisismo, el despilfarro, el egocentrismo, la permanente propaganda y la desvergüenza de los políticos separatistas. ¿Cómo es posible que haya tanta gente en Cataluña que siga jaleando a estos individuos, cuyo comportamiento está tan alejado de los estándares sociales que admiramos normalmente? Lo importante no son las ideas, todas ellas respetables si cumplen con la ley, sino los medios para alcanzar los objetivos que propugnan y que, en este caso, se están demostrando éticamente detestables.— José Luis Villa de la Torre.

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