Cartas al director

El derecho a vivir dignamente

Es muy triste no recordar nada. Es muy triste no reconocer a nadie. Es muy triste no valerte por ti mismo. Pero todavía es más triste que te pase todo esto y no tengas el dinero para pagar una residencia donde poder vivir dignamente. A día de hoy, miles de personas dependientes esperan a recibir las ayudas del Gobierno concedidas gracias a la Ley de la Dependencia. El problema es que muchas veces estas ayudas llegan demasiado tarde: muchas personas mueren cada día en España esperando las ayudas a las que tenían derecho.

El precio de las residencias privadas es absolutamente desorbitado ...

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Es muy triste no recordar nada. Es muy triste no reconocer a nadie. Es muy triste no valerte por ti mismo. Pero todavía es más triste que te pase todo esto y no tengas el dinero para pagar una residencia donde poder vivir dignamente. A día de hoy, miles de personas dependientes esperan a recibir las ayudas del Gobierno concedidas gracias a la Ley de la Dependencia. El problema es que muchas veces estas ayudas llegan demasiado tarde: muchas personas mueren cada día en España esperando las ayudas a las que tenían derecho.

El precio de las residencias privadas es absolutamente desorbitado y no todo el mundo se puede permitir ese lujo. La lista de espera para recibir las ayudas públicas es vergonzosamente larga. Esta situación tiene que cambiar, no es justo. El Gobierno tendría que asignar más recursos, y el proceso de concesión de las ayudas tendría que ser más rápido. Todos tenemos derecho a vivir dignamente, y las personas dependientes tienen derecho a ser atendidas. No se las puede abandonar de esta manera.— Marina Montero Trasobares. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

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