Recortes en I+D
EL PAÍS anunciaba recientemente el comienzo de un nuevo experimento promovido por nuestro grupo en el laboratorio japonés Riken con el objetivo de entender los fascinantes procesos de fabricación de los elementos químicos más pesados en el universo. Lamentablemente, tengo que anunciar que debido a la errática política científica (o ausencia de tal) en nuestro país, nuestra participación en el experimento está seriamente amenazada. La resolución (aún provisional) de concesión de ayudas para Proyectos de Excelencia del Plan Nacional de Física de Partículas y Aceleradores nos asigna una ...
EL PAÍS anunciaba recientemente el comienzo de un nuevo experimento promovido por nuestro grupo en el laboratorio japonés Riken con el objetivo de entender los fascinantes procesos de fabricación de los elementos químicos más pesados en el universo. Lamentablemente, tengo que anunciar que debido a la errática política científica (o ausencia de tal) en nuestro país, nuestra participación en el experimento está seriamente amenazada. La resolución (aún provisional) de concesión de ayudas para Proyectos de Excelencia del Plan Nacional de Física de Partículas y Aceleradores nos asigna una financiación por investigador que es el 15% de la que hemos recibido en promedio en los últimos 20 años. Pero es que además se nos podría calificar de “afortunados”, pues otros grupos han sufrido un recorte aún más brutal o simplemente no han sido financiados. Para hacer la paradoja más extrema, el recorte está truncando la posibilidad de explotar científicamente la nueva instrumentación que hemos desarrollado gracias a la financiación anterior del propio Plan Nacional, es decir, un desperdicio del dinero público invertido. Me niego a creer que no haya nadie en el ministerio con sensibilidad, perspectiva y capacidad para corregir estos despropósitos.— José Luis Taín Enríquez. Valencia.