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Las luminarias de Ávila

Más de un centenar de caballos de la localidad abulense de San Bartolomé de Pinares ha cumplido la tradición de saltar sobre una hoguera para que San Antonio Abad les proteja de enfermedades durante todo el año

Una veintena de hogueras fueron encendidas este martes en San Bartolomé de Pinares (Ávila) para purificar a los animales, la víspera a la festividad de San Antonio Abad, el patrón de los animales. En la imagen, un jinete con su caballo después de saltar la hoguera la noche del 16 de enero.Jaime Villanueva
Desde las 19.30 horas, más de 100 jinetes se agruparon cerca del Ayuntamiento, para que el párroco del pueblo bendiga a los animales. En la foto, un jinete salta sobre una hoguera.Jaime Villanueva
Desde hace más de dos siglos, los vecinos de este pueblo purifican a los equinos por medio del fuego y del humo de las grandes hogueras repartidas en las calles de esta localidad de 581 habitantes. Estos creen que de esta manera ahuyentan a los malos espíritus y protegen a los animales de las epidemias. En la imagen, un jinete con su caballo durante el salto en una de las hogueras.Jaime Villanueva
Después de la misa, el mayordomo y sus ayudantes encendieron las veinte hogueras repartidas por las empinadas calles de la localidad. Tras la bendición del párroco a todos los caballos, iniciaron los saltos a las hogueras. En la imagen, detalle de uno de los protagonistas de la noche.Jaime Villanueva
Nadie sabe realmente cuál es el origen de esta tradición. Salvador Saez, de 64 años, profesor retirado de la localidad, cree que podría tratarse de una celebración pagana practicada por los celtas que vivieron en esta zona de Castilla y León, desde el año 1.000 a. C., retomada posteriormente por la iglesia católica. En la foto, un jinete a caballo a punto de salta una hoguera.Jaime Villanueva
Pese a las bajas temperaturas y la nieve de las últimas semanas, vecinos y visitantes llenaron la calle principal de esta localidad situada a unos 30 kilómetros al este de la capital abulense, apretujados alrededor del fuego, como se ve en la imagen.Jaime Villanueva
Este año no ha hecho falta arrojar agua sobre los cientos y cientos de kilos de escobas y piornos echados al fuego purificador, ya que las ramas estaban húmedas, como consecuencia de la gran cantidad de nieve que cayó en la provincia hace 10 días.Jaime Villanueva
Además de los cientos de visitantes que se acercan hasta San Bartolomé de Pinares, cada año son más los reporteros gráficos y aficionados a la fotografía que se interesan por esta fiesta que propicia imágenes impactantes y de gran belleza visual. En la imagen, visitantes durante la festividad de las luminarias.Jaime Villanueva
El paso de los animales se intuía por el ruido de las herraduras que se escuchaba al aproximarse a las grandes hogueras, entre cuyas llamas aparecían los jinetes y sus animales. En la foto, unos caballos junto a una hoguera.Jaime Villanueva
Los aplausos del público se entremezclaban con el crepitar de las ramas y los flashes de los fotógrafos, que se arremolinaban en torno a las luminarias. En la imagen, varios de los jinetes con sus caballos durante la festividad.Jaime Villanueva
Después de recorrer durante más de dos horas las veinte hogueras distribuidas por el pueblo, los vecinos aprovecharon las brasas que quedaron para asar chorizo, morcilla, panceta o chuletillas, para reponer fuerzas y seguir festejando al patrón de los animales durante la madrugada. En la foto, varios jinetes con sus caballos.Jaime Villanueva