Cartas al director

La Agencia no estará en Barcelona

Creo que es muy lamentable lo que ha pasado con la Agencia Europea del Medicamento. Se fue de Londres por el Brexit, y Barcelona podía haber sido la ciudad elegida como nueva sede. Técnicamente, era la favorita. La incertidumbre política que vivimos desde hace meses ha disuelto esa posibilidad y los artífices de ello perpetúan su discurso victimista, cansino e infantil: “La culpa es del 155”. Pero ciertas afirmaciones ya no son sólo mentiras a las que tristemente nos hemos acostumbrado, sino que constituyen un atentado contra la inteligencia de muchos. Por favor, dejen de insultarnos y empiece...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Creo que es muy lamentable lo que ha pasado con la Agencia Europea del Medicamento. Se fue de Londres por el Brexit, y Barcelona podía haber sido la ciudad elegida como nueva sede. Técnicamente, era la favorita. La incertidumbre política que vivimos desde hace meses ha disuelto esa posibilidad y los artífices de ello perpetúan su discurso victimista, cansino e infantil: “La culpa es del 155”. Pero ciertas afirmaciones ya no son sólo mentiras a las que tristemente nos hemos acostumbrado, sino que constituyen un atentado contra la inteligencia de muchos. Por favor, dejen de insultarnos y empiecen a asumir responsabilidades.— Teresa Garzón Garzón. Barcelona.

Sólo una conclusión cabe extraer, por parte de los nacionalistas catalanes, de la eliminación de Barcelona como sede de la Agencia Europea del Medicamento: Europa no paga a traidores. No hay más.— Antonio López Lacasta. Sabiñánigo (Huesca).

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La Agencia Europea de Medicamentos no ha descartado Barcelona por la “violencia del Gobierno de España el 1 de octubre”, sino porque nadie en su sano juicio escapa de un país que está saliendo unilateralmente de Europa (Reino Unido) para meterse después en una región que quiere salirse unilateralmente de Europa (que es lo que implica el procés). Así que hay que dar las gracias a Puigdemont y alienados por haber perdido una agencia con un presupuesto de 340 millones de euros y unos 900 trabajadores, con sus correspondientes familias. Aunque siempre queda no acatar la decisión de la Unión Europea, gritar insubmissió y desobediència, y montar una Agencia Catalana propia. Así, los separatistas podrán prescribirse a sí mismos las pastillas que tanto necesitan.— Alvise Pérez. Sevilla.

Archivado En