Ben Affleck no puede relajarse sin que Internet lo convierta en un chiste

Tras hacer un chascarrillo sobre el tamaño del pene de Ben Affleck, Chuck Lorre, productor de Dos hombres y medio y The Big Bang theory, aclaró que inicialmente tenía previsto hacerlo con Martin Scorsese, pero le pareció de mal gusto ridiculizar a una leyenda.

Ben Affleck (California, 1972), por el contrario, es el saco de boxeo oficial de la cultura pop. El meme “Sad Affleck”, en el que su expresión de tristeza durante la promoción de...

Tras hacer un chascarrillo sobre el tamaño del pene de Ben Affleck, Chuck Lorre, productor de Dos hombres y medio y The Big Bang theory, aclaró que inicialmente tenía previsto hacerlo con Martin Scorsese, pero le pareció de mal gusto ridiculizar a una leyenda.

Ben Affleck (California, 1972), por el contrario, es el saco de boxeo oficial de la cultura pop. El meme “Sad Affleck”, en el que su expresión de tristeza durante la promoción de Batman vs Superman quedaba dramatizada por The sound of silence, de Simon & Garfunkel, demostró que Affleck literalmente no puede relajarse sin que Internet lo convierta en un chiste, y el comentario jocoso a su costa parece una parada obligatoria en toda reunión de amigos (allí lo llaman entrega de premios) de Hollywood: “Tengo 10 o 12 bromas en mente sobre Ben Affleck, todas en torno a su pene” (Neil Patrick Harris, en los Oscar de 2015), “Matt Damon, la única persona a quien Ben Affleck no ha puesto los cuernos” (Ricky Gervais, en los Globos de Oro de 2014).

Esta narrativa de estrella barata, de “basura blanca” impostora, le lleva persiguiendo toda su carrera. Cuando salió con Gwyneth Paltrow, ella se empeñó en contratar a un decorador de interiores para su piso de soltero; para pedirle matrimonio a Jennifer Lopez le cocinó pollo frito –tras su infidelidad con una stripper, ella canceló la boda– y acabó dinamitando su matrimonio perfecto con Jennifer Garner, junto a la cual logró erigirse como un director de prestigio (Argo), cayendo en la infidelidad más chabacana de todas: con la niñera.

“Sad Affleck” funcionó porque, como los mejores memes, no importa si es verdad. Basta con que lo parezca. El actor llevaba una década arrepintiéndose de haber protagonizado blockbusters y reivindicándose como autor, pero ahí estaba, tocando fondo (otra vez) en una superproducción depresiva, deprimente y masacrada por la crítica, Batman vs Superman.

Quizá él estaba pensando en sus cosas, pero su cara triste encajaba demasiado bien con el fracaso de la película y, al fin y al cabo, los memes nacen de la posverdad. Affleck, por su parte, cuenta orgulloso que su hijo “cree que su papá es Batman, y esa es una sensación increíble”. Pero más que a triunfo, suena a premio de consolación y, por supuesto, a meme: “El hijo de Ben Affleck es el único que se lo cree como Batman”.