Columna

Gaditana

Desdichada historia, tan propia de nuestro buen gobierno. Se entiende que haya tardado medio siglo en publicarse

© GONZALO SILVA GETTY IMAGES

Una gran novela de aventuras ha esperado cuatrocientos años para ser editada. Es la Historia del huérfano (Biblioteca Castro), firmada por Andrés León (¿Martín de León?), que murió en Palermo en 1655. Son lances, unos heroicos otros picarescos, que tienen lugar por las diversas colonias españolas y en las cortes de España e Italia. Este monje soldado nos cuenta sus correrías, que son muchas, verdaderas y de gran interés. Como el saco de Cádiz, que ocupa casi cuarenta páginas y parecen de Galdós.

El lunes 1 de julio de 1596, la población gaditana vio con terror que al amanecer s...

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Una gran novela de aventuras ha esperado cuatrocientos años para ser editada. Es la Historia del huérfano (Biblioteca Castro), firmada por Andrés León (¿Martín de León?), que murió en Palermo en 1655. Son lances, unos heroicos otros picarescos, que tienen lugar por las diversas colonias españolas y en las cortes de España e Italia. Este monje soldado nos cuenta sus correrías, que son muchas, verdaderas y de gran interés. Como el saco de Cádiz, que ocupa casi cuarenta páginas y parecen de Galdós.

El lunes 1 de julio de 1596, la población gaditana vio con terror que al amanecer se divisaban “doscientas cincuenta velas a tres leguas de la bahía”. La incompetencia de las autoridades y de los soldados (“muy pocos sabían disparar un arcabuz sin huir el rostro”) hicieron inevitable la entrada de “treinta mil hombres contra aquella ciudad como un dedal” (quizás 14.000). Los españoles que guardaban el acceso a Cádiz salieron corriendo “a espaldas vueltas” tras la primera descarga de los arcabuceros, ¡y ni siquiera cerraron el portón! Los ingleses saquearon la ciudad y tomaron rehenes selectos para cobrar el rescate. Iba al mando “el conde de Lexis” (Essex), “de 28 años, blanco y rubio como el sol, de buena cara y talle, más apacible que grave, aunque algo junto de rodillas”. Esto último es un misterio de física elegante.

Ocho días tardaron en acudir de Sevilla y Jerez las fuerzas de rescate, pero cuando llegaron “trajeron más galas que armas, más sedas y olores que picas y mosquetes. Más parecía que venían a algún sarao que a pelear”. El 15 de junio la armada “dio la vela y partió” cargada de tesoros sin que nada se lo impidiera. Desdichada historia, tan propia de nuestro buen gobierno. Se entiende que haya tardado casi medio milenio en publicarse.

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