Cartas al director

Cómo no elegir a un científico

Existe un debate abierto sobre los motivos por los que la ciencia en España hace agua. El primero en importancia es, sin duda, la falta de financiación: existen en el extranjero departamentos e institutos que tienen presupuestos comparables a los de algunas universidades españolas. Otro motivo es la brutal endogamia del sistema científico español, que se aprecia claramente en el proceso de selección de candidatos. Imaginen que quisiéramos seleccionar a una persona para jugar al ajedrez. Valoraríamos, por ejemplo, la experiencia, la participación en cursos o los premios ganados. Aquí es donde f...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Existe un debate abierto sobre los motivos por los que la ciencia en España hace agua. El primero en importancia es, sin duda, la falta de financiación: existen en el extranjero departamentos e institutos que tienen presupuestos comparables a los de algunas universidades españolas. Otro motivo es la brutal endogamia del sistema científico español, que se aprecia claramente en el proceso de selección de candidatos. Imaginen que quisiéramos seleccionar a una persona para jugar al ajedrez. Valoraríamos, por ejemplo, la experiencia, la participación en cursos o los premios ganados. Aquí es donde fallamos en España, ya que si irresponsablemente quisiera beneficiar a algún aspirante en particular, el sistema me permitiría especificar los requisitos del candidato hasta extremos ridículos: se valorará con dos puntos la experiencia en jugar con piezas de madera de roble, cuatro puntos extra si estas estaban pintadas de verde o cualquier otro aspecto irrelevante a la hora de saber o no jugar. Esto tiene que cambiar.— Víctor Galván. Badajoz.

 

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En