Cartas al director

Réplica

El pasado sábado, día 7 de octubre, en EL PAÍS, me fueron atribuidas unas declaraciones —que provenían de Europa Press— totalmente inexactas, en relación con la situación en Cataluña, en el polo opuesto de lo que realmente pienso. Dialogar, sí, dentro de los límites de la legalidad constitucional; más allá de estos límites está el artículo 155.

El nacionalismo catalán, al igual que los restantes nacionalismos europeos, se fraguó a finales del siglo XIX y, a partir de entonces, resurge una y otra vez, si las circunstancias le son favorables y solo en ese caso.

En 1960, me pasé cua...

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El pasado sábado, día 7 de octubre, en EL PAÍS, me fueron atribuidas unas declaraciones —que provenían de Europa Press— totalmente inexactas, en relación con la situación en Cataluña, en el polo opuesto de lo que realmente pienso. Dialogar, sí, dentro de los límites de la legalidad constitucional; más allá de estos límites está el artículo 155.

El nacionalismo catalán, al igual que los restantes nacionalismos europeos, se fraguó a finales del siglo XIX y, a partir de entonces, resurge una y otra vez, si las circunstancias le son favorables y solo en ese caso.

En 1960, me pasé cuatro meses en la prisión de Carabanchel. Los presos políticos éramos unos 150, casi todos del PCE, PSUC y PSOE. ¿Sabe usted cuántos nacionalistas catalanes había? Ninguno. — Luis Goytisolo.

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