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Siete zapatillas blancas legendarias que puedes comprar hoy

Llevan décadas resistiendo los vaivenes de la moda y, además, combinan con todo

08 sept 2017 - 12:42CEST

Una de las más veteranas, la Superga 2750 Clásica lleva produciéndose ininterrumpidamente desde 1925, y es una zapatilla resistente y ligera con empeine de algodón y suela de goma. Ni más, ni menos. Marcó el resurgir de la firma turinesa después de la Primera Guerra Mundial, y ha sido el punto de partida para innumerables versiones, adaptaciones y reinterpretaciones en todo tipo de materiales y acabados. Sin embargo, sigue disponible en su forma primigenia.

Esta versión baja y en color blanco de la All Star es posiblemente una de las declinaciones más populares de la que se autodenomina "la deportiva más legendaria del mundo". Razones no le faltan: al principio eran botas de baloncesto, pero se convirtieron en una presencia constante en los fenómenos juveniles de la segunda mitad del siglo XX. El rock, la contracultura y la moda la han hecho suya, y de momento no muestra signos de agotamiento. Hoy está disponible en varias versiones y materiales, pero la legendaria es esta: empeine de lona blanca, parche en el tobillo, puntera de goma y suela con puntadas.

Otra deportiva blanca asociada al tenis, y en este caso al club de Newport (Rhode Island) que acogió, en 1881, una de las primeras competiciones nacionales de este deporte en terreno estadounidense, germen del U.S. Open. Tiene una suela en dos alturas, un empeine de cuero suave y costuras verticales, como manda la tradición. Como todas las zapatillas fundacionales, es extraordinariamente sencilla y limpia. Por eso ha logrado sobrevivir perfectamente al paso del tiempo desde 1985, año en que se lanzó.

La zapatilla baja con suela plana que han utilizado varias generaciones de skaters desde hace cuatro décadas es exactamente esta, la Era de Vans. Presentada por primera vez en 1976 con el nombre de Vans #95, resume la sabiduría de esta firma californiana que nació como un taller de calzado por encargo y que se consolidó en la cultura juvenil de los años noventa. Su suela, inicialmente concebida como una variante del deck show empleado en los deportes náuticos para agarrarse a la cubierta de las embarcaciones demostró que era igualmente efectiva sobre una tabla de skate, y puso las bases para una de las firmas de calzado urbano más reconocibles del mundo.

La firma deportiva ha manufacturado una docena larga de clásicos durante su trayectoria, pero estas Blazer, una versión baja de la bota de baloncesto que la firma lanzó en 1973, vivieron una edad de oro en los años noventa unidas al auge del skateboard. Hoy conservan su forma sencilla, su suela plana para un agarre y su empeine de piel blanca. Posiblemente las Nike más minimalistas y cotidianas que existen.

La zapatilla de tenis por excelencia adquirió fama mundial gracias al jugador estadounidense Stan Smith, y lleva en el catálogo de Adidas desde 1971. Aunque hoy no se utiliza para jugar al tenis (hay opciones mucho más tecnológicas y ergonómicas), su lengüeta sigue mostrando el rostro bigotudo de Smith, y sus características siguen siendo similares a las originales: empeine de piel granulada con tres bandas perforadas, suela de goma blanca y detalles en color verde. Las hemos visto con traje, con esmoquin, con vaqueros, con bermudas y casi con cualquier prenda.

Desde luego, no es una deportiva asequible, pero Common Projects, una firma italiana fundada en 2004, ha logrado consagrar su Achilles Low como la zapatilla blanca sibarita y 'nicho' por excelencia. Concebida como un calzado urbano perfecto para llevar con vaqueros, está elaborada con napa (la piel que emplean las chaquetas de lujo) en la región italiana de Las Marcas, tiene una suela resistente cosida al empeine y sustituyen los logos visibles por una numeración en dorado que indica el modelo, la talla y el color. Una opción minimalista, de lujo y de larga duración que, en España, se puede adquirir en tiendas online como Farfetch y Mr Porter.