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15 mujeres para tapar la boca al ingeniero machista de Google

No son tan conocidas como Zuckerberg o Jobs, pero ellas han roto barreras y son responsables de gran parte del éxito de sus compañías. Y en España, más

La semana pasada, un ingeniero de Google apuntaba “diferencias biológicas” como explicación de la poca presencia de mujeres en la industria tecnológica. Fue despedido en medio de una tormenta mediática. El porcentaje femenino en tecnología ha caído desde principios de los 90 del 36 al 25% en Estados Unidos. En la Unión Europea son el 16%, mientras que en España no llegan al 20. Eso en puestos de trabajo no ejecutivos: los cargos de dirección de compañías de Silicon Valley solo tienen un 11% de representación femenina. La biología no es la razón. Las mujeres son apartadas en su juventud de la computación, que desde el ocio electrónico ya está pensada para potenciar estereotipos masculinos. Después tienen que aguantar en el entorno profesional un ambiente machista fruto de lo que en EE UU se conoce como bro culture, una prolongación de los comportamientos y el lenguaje de las fraternidades universitarias. Si logran ascender, rara vez se tendrán en cuenta su opinión y sus logros de la misma forma que los de un hombre. Y menos veces aún verán un referente femenino al que se consagre como genio en su terreno. Cuesta encontrar mujeres líderes en los consejos de las tecnológicas, y ese es también un estorbo para que la situación mejore: la falta de modelos. Aquí presentamos a algunas de las mujeres que rompen el techo de bits con puestos de máxima relevancia y todo tipo de perfiles.

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Mark Zuckerberg es el jefe supremo de Facebook y la mente que traza las líneas maestras del futuro de la red social. Pero en el día a día se hace vital la figura de su número dos, la jefa de operaciones (COO) Sheryl Sandberg (47 años). Ella es responsable en gran medida de la apuesta de Facebook por su servicio de vídeo en directo. Sandberg es una activista convencida de la diversidad y es autora de un libro (que más tarde ha derivado en ONG) sobre liderazgo y desarrollo profesional para mujeres. Su famosa charla TED de 2010, ¿Por qué tenemos tan pocas mujeres líderes?, es considerada un referente inspiracional para el desarrollo profesional femenino.

Con 27 años, Whitney Wolfe ya es una de las mujeres más influyentes del ecosistema tecnológico estadounidense. Wolfe fue, con solo 22 años, una de las fundadoras de Tinder, la aplicación de citas más famosa y utilizada del mundo, y se convirtió en su vicepresidenta de imagen de marca, además de ser la autora del nombre (algo así como mecha). Wolfe dejó la compañía en 2014 y demandó a los cofundadores de Tinder, Justin Mateen y Sean Rad, por acoso sexual. Finalmente llegaron a un acuerdo por el que Wolfe recibió algo más de un millón de dólares. Tras su salida de Tinder la empresaria fundó Bumble, una herramienta similar pero que otorga a las mujeres la potestad de iniciar la conversación con los hombres (en citas heterosexuales) con los que hayan tenido afinidad. Ya es la cuarta 'app' de citas más utilizada.

La historia de Google, como las de otras grandes compañías informáticas, empezó en un garaje. En el de Susan Wojcicki, concretamente. Ella fue la responsable del éxito del modelo de negocio del buscador, basado en la publicidad. Lideró la creación de servicios como AdWords, AdSense y Google Analytics, y fue parte del equipo que dio forma a Google Imágenes y Google Libros. Wojcicki, de 49 años, defendió y negoció la adquisición de YouTube en 2006, cuando la plataforma de vídeo tenía poco más de un año de vida. Hoy es la directora de esta compañía, parte vital del conglomerado Alphabet, que no deja de crecer. Es el segundo sitio web más visitado del mundo, solo por detrás de Google. Como alta ejecutiva de Alphabet, Wojcicki se ha visto interpelada por el manifiesto del exingeniero de Google James Damore, y publicó una respuesta un día después de que estallara el escándalo. En ella recuerda, al hilo de una pregunta de su hija, cuántas veces ha tenido que soportar menosprecios y dudas sobre sus habilidades y su compromiso. O sospechas sobre su ascenso profesional. O interrupciones. O peores sueldos para un mismo empleo. Y se pregunta si habría supuesto un dilema el despido si en lugar de hablar de mujeres, Damore hubiera hablado de diferencias entre razas o entre opciones sexuales.

Sasha Hostyn, más conocida como Scarlett, es la jugadora profesional de videojuegos que más dinero ha ganado en competiciones, más de 150.000 euros, casi todo en torneos de Starcraft II. A sus 24 años esta canadiense es la punta de lanza de las mujeres en uno de los mundos donde más desventaja tienen. En e-sports se enfrentan al cóctel completo de ingredientes machistas: un terreno tradicionalmente de hombres en el que sufren acoso masivo a diario, amenazas anónimas, brecha salarial y un caudal inagotable de prejuicos y menosprecio. Por no hablar de que toda la industria está siendo cincelada para perpetuar estereotipos que deberían ser de otro tiempo. Scarlett puede ganar a casi cualquier persona a Starcraft, y tiene una inmensa legión de fans, pero tiene que soportar ataques por ser mujer y, además, transgénero.

Regina Dugan fue la primera mujer en dirigir DARPA, la agencia de proyectos de alta tecnología del ejército estadounidense. Dejó aquel puesto para liderar la división más innovadora de Google, ATAP, donde dio forma a invenciones que permitían manejar un móvil desde la solapa de la chaqueta o con un solo gesto en el aire. El año pasado su vida profesional volvió a dar un salto al pasar a Building 8, el laboratorio de ideas de Facebook. Considera a su equipo una “banda de piratas” que emprenden proyectos a corto plazo enfocados a lograr resultados tangibles. En el poco tiempo que lleva en la compañía de Menlo Park se ha desvelado que Dugan (54 años) y sus piratas tratan de encontrar la forma de que podamos escribir con la mente (sin tener que hablar o teclear) o que desarrollan un dispositivo para hacer videollamadas en casa que podría competir con el Echo Show de Amazon.

Alexandra Diracles es una ingeniera de software que fundó (y dirige) Vidcode en 2014 para enseñar a programar a los jóvenes hablándoles en su idioma. Ella y sus dos socias (Melissa Halfon y Leandra Tejedor, ninguna llega a la treintena) articularon un programa académico distribuido en ocho años de lecciones a través de vídeos sencillos y divertidos. El verano pasado se asociaron con Snapchat, una de las aplicaciones predilectas de los adolescentes, para crear un concurso de programación de filtros de la popular herramienta de vídeos efímeros. Vidcode se usa hoy en 25.000 escuelas, cuenta con el apoyo del departamento de educación de Nueva York y pretende llegar a 20 millones de jóvenes en 2020. Además, más del 60% de sus alumnos son chicas.

Limor Fried es una de las líderes más carismáticas del mundo de la tecnología. También conocida como Lady Ada, en homenaje a la pionera de la computación Ada Lovelace, es una de las principales activistas en pro del hardware libre. Fue la primera mujer ingeniera en la portada de Wired. A través de su compañía, Adafruit, una de las empresas de hardware con mayor crecimiento de Estados Unidos, Fried ofrece productos de código abierto que fomentan el espíritu maker (fabríquelo usted mismo). Además de vender dispositivos y piezas originales, Fried colabora con asociaciones, bibliotecas y escuelas introduciendo la electrónica en el aprendizaje de los niños.

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María Garaña es probablemente la mujer española que más lejos ha llegado en una multinacional tecnológica. Tras dirigir Microsoft España durante 7 años, en 2015 fue ascendida a la vicepresidencia de Microsoft en Europa, Oriente Medio y África dentro de Microsoft Business Solutions. A los 47 años es el principal exponente de la amplia nómina de mujeres que lideran compañías tecnológicas en España, un caso difícilmente comparable de éxito femenino. Su testigo lo cogió Pilar López, que tiene homólogas en Facebook (Irene Cano), LinkedIn (Sarah Harmon), Siemens (Rosa García, también expresidenta de Microsoft España y responsable de abrir camino en soledad durante años), HP (Helena Herrero) o IBM (Marta Martínez). La última estrella de esta constelación es la de Fuencisla Clemares, que hace menos de un año cogía los mandos de Google en España y Portugal. "Nuestros trabajadores deben reflejar la diversidad de la sociedad para que seamos capaces de ofrecerles productos que les sean útiles a todos", declaraba en junio Clemares, entrevistada por EL PAÍS SEMANAL.

Según el Centro Nacional para las Mujeres en Tecnologías de la Información las mujeres negras, doblemente discriminadas, representan solo un 3% de los programadores en empresas estadounidenses. Para ampliar esa cifra Kimberly Bryant (ingeniera electrónica y profesional de la biotecnología de 50 años) creó Black Girls Code, una asociación que se ha convertido en sus seis años de vida en un puntal del empoderamiento femenino. Se enfoca en enseñar a niñas de 6 a 17 años a desarrollar aplicaciones, aprender código y robótica, y también otras habilidades de ciencia, tecnología y matemáticas.

Ginni Rometty (60 años) está al mando de IBM, una de las grandes pioneras de la informática. Es la primera presidenta que la compañía tiene en sus más de 100 años de historia. Entró en la empresa en 1981 como ingeniera de sistemas y desde ese momento protagonizó un ascenso que tiene muy pocos parangones entre las mujeres que trabajan en tecnología. Ahora tiene la tarea de reconvertir a un gigante que lo ha sido todo durante el auge de los ordenadores personales pero que ha perdido poder, primero con Internet y después con los smartphones. Ella es la responsable del rumbo actual de IBM: computación en la nube, soluciones para empresas, Internet de las cosas y los servicios de Watson, su superordenador, cuya tecnología ya se aplica en call centers, asistencia en el diagnóstico oncológico o desarrollo informático.

Marie Claire Murekatete ha sido galardonada con el premio Agente de Cambio del Instituto Anita Borg, una organización sin ánimo de lucro que trata de promover el avance de las mujeres en el sector tecnológico. Murekatete, ingeniera de software, ha fundado una ONG llamada Refugee Girls Need You que enseña cada año a 400 jóvenes de los tres campamentos de refugiados más grandes de Ruanda (Kigeme, Kiziba y Gihembe) conceptos básicos de programación, diseño web, soporte tecnológico y científico. Tras la formación involucran a las jóvenes en comunidades locales y llevan a cabo proyectos tecnológicos para tener impacto social y profesional. Murekatete también ayudó a la Unesco a lanzar el proyecto Searching for Martha que trata de formar 1.000 emprendedoras tecnológicas al año por todo África.

Amy Hood, de 45 años, es la primera mujer en ocupar la dirección financiera de Microsoft. Fue la negociadora principal en la mayor adquisición del gigante creado por Bill Gates, la de LinkedIn por más de 20.000 millones de euros. También fue la clave en la compra de Skype. Hood es además la supervisora de la transición del modelo de negocio de Microsoft hacia la computación en la nube. Tras la salida del director de operaciones de la compañía, Kevin Turner, en julio de 2016, Hood ha pasado a ser la número dos de Microsoft y mano derecha de su CEO, Satya Nadella.

Uber no es el amo del transporte urbano en China. Tampoco Lyft. Ni Cabify. El gigante asiático tiene su propio referente, Didi Chuxing, producto de la fusión de las dos compañías de taxi a través del móvil más grandes del país. Liu Qing es la presidenta de la compañía, y el cerebro de la adquisición de Uber China por parte de su empresa el año pasado. El 40% de los empleados de Didi son mujeres. Qing, de 39 años, lanzó un plan de promoción profesional para mujeres dentro de su compañía, el primero en una gran tecnológica china. Su capacidad negociadora también hizo que Didi Chuxing se convirtiese en el único servicio de taxi a través del móvil que puede contratarse en Shanghái, la ciudad más poblada de China, con más de 20 millones de habitantes.

Blanca Treviño es presidenta y directora general de Softtek, compañía que, bajo su liderazgo, se ha consolidado como la empresa líder de servicios de Tecnologías de Información en América Latina. Comenzaron en los albores de los 80, ya con ella al frente de un grupo de 10 recién graduados. Treviño, ingeniera informática de 57 años, abrió las puertas a las empresas mexicanas de su sector al mercado estadounidense con las primeras externalizaciones de servicios a localizaciones próximas, lo que ella misma acuñó como nearshoring. Hoy lidera la principal tecnológica de México, fabrica software para compañías de relevancia internacional y tiene 30 oficinas con más de 12.000 empleados.

Gwynne Shotwell es la presidenta de SpaceX, el proyecto empresarial de Elon Musk para llegar a Marte y una de las mayores compañías aeroespaciales privadas del mundo. Shotwell es ingeniera mecánica y matemática de 53 años. Se encarga de supervisar el día a día de SpaceX, que tiene previstos más de 40 lanzamientos de su aeronave reutilizable, el Dragon, y de su evolución, el Dragon 2, que la NASA tiene previsto utilizar en seis viajes tripulados a la Estación Espacial Internacional. Durante su discurso el pasado abril en el Space Symposium en Colorado, Shotwell criticó la escasa promoción de mujeres en la industria: "No es que una Einstein solo vaya a llegar a profesora asistente. Es que una no tan lista tampoco llega tan lejos como uno no tan listo".