La dictadura del "me gusta"
Tengo la sensación de que hemos perdido la capacidad de reacción ante el fracaso y exigimos, además, un refuerzo positivo poco meditado e inmediato a nuestras acciones. Los factores por los que se ha llegado a esto serán múltiples, pero es muy probable que las nuevas formas de comunicación —chat o redes sociales— hayan simplificado tanto nuestro mensaje y pensamiento que aportan muy poco al cultivo de nuestro raciocinio o valores. Así, por poner solo un ejemplo, lo más probable es que hoy la memoria de su móvil se haya completado con memes en WhatsApp, tuits, vídeos en Facebook, o fot...
Tengo la sensación de que hemos perdido la capacidad de reacción ante el fracaso y exigimos, además, un refuerzo positivo poco meditado e inmediato a nuestras acciones. Los factores por los que se ha llegado a esto serán múltiples, pero es muy probable que las nuevas formas de comunicación —chat o redes sociales— hayan simplificado tanto nuestro mensaje y pensamiento que aportan muy poco al cultivo de nuestro raciocinio o valores. Así, por poner solo un ejemplo, lo más probable es que hoy la memoria de su móvil se haya completado con memes en WhatsApp, tuits, vídeos en Facebook, o fotos en Instagram a los que debes responder de forma inmediata y poco meditada con 140 caracteres o con un “me gusta”. Pues dejarlo en “visto” sin responder, o hacerlo con un “no me gusta” —aunque sea por error— es considerado de mala educación. Calculen ahora nuestro avance intelectual o el de nuestros jóvenes —muy pendientes del móvil—, tras un inesperado “suspenso” o una aprobación con un solo clic de por medio.— Luis Alberto Rodríguez Arroyo. Santo Tomás de las Ollas (León).