Cartas al director

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Sol, playa y calor ha sido la combinación perfecta que ha catapultado España hacia un claro liderazgo turístico en época estival. No obstante, si las nefastas previsiones climáticas que se ciernen sobre la cuenca mediterránea se confirman, el cambio climático va a frenar en seco este idilio turístico ibérico. Ciertamente, en verano nadie querrá acercarse a nuestras latitudes para padecer temperaturas propias de la península arábiga. Con el cambio climático, España no solo perderá su liderazgo turístico, también gran parte de su inmenso potencial agrícola como consecuencia tanto de la canícula ...

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Sol, playa y calor ha sido la combinación perfecta que ha catapultado España hacia un claro liderazgo turístico en época estival. No obstante, si las nefastas previsiones climáticas que se ciernen sobre la cuenca mediterránea se confirman, el cambio climático va a frenar en seco este idilio turístico ibérico. Ciertamente, en verano nadie querrá acercarse a nuestras latitudes para padecer temperaturas propias de la península arábiga. Con el cambio climático, España no solo perderá su liderazgo turístico, también gran parte de su inmenso potencial agrícola como consecuencia tanto de la canícula como de la escasez de agua. En definitiva, más que disfrutar del verano, pasaremos a padecerlo y será entonces, demasiado tarde, cuando lamentemos no haber hecho nada para frenar lo que nos venía encima. Que en el país del sol se haya premiado a aquellos que optaron por combustibles fósiles que hipotecaban nuestro futuro es no solo un error, es un crimen.— Martí Gassiot Garriga. Barcelona.

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