Segundo día del juicio a Bill Cosby: “Quería que parase, no podía moverme”

Andrea Constand, la mujer que acusa al actor drogarla y abusar de ella, declara en el tribunal

Andrea Constand, que acusa a Bill Cosby de abusar de ella.POOL (REUTERS)

El testimonio clave en el juicio de Bill Cosby por agresión sexual se produjo este martes, el segundo día, cuando la mujer que lo acusa, Andrea Constand, relató por primera vez en público cómo una noche de 2004 el actor, que la había invitado a su casa, le dio tres píldoras contra el estrés que la paralizaron y, según su versión, aprovechó para agredirla sexualmente. "En mi cabeza, yo estaba intentado mover mis manos o mis piernas, pero estaba conge...

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El testimonio clave en el juicio de Bill Cosby por agresión sexual se produjo este martes, el segundo día, cuando la mujer que lo acusa, Andrea Constand, relató por primera vez en público cómo una noche de 2004 el actor, que la había invitado a su casa, le dio tres píldoras contra el estrés que la paralizaron y, según su versión, aprovechó para agredirla sexualmente. "En mi cabeza, yo estaba intentado mover mis manos o mis piernas, pero estaba congelada", dijo ante el jurado reunido en el tribunal de Norristown (Pensilvania). "Quería que parase", añadió, pero "no era capaz de luchar de ninguna forma".

Cosby, de 79 años, y Constand, de 44, se conocieron en la Universidad de Temple, donde ella trabajaba como directora de operaciones del equipo de baloncesto y él formaba parte del patronato. Según coincide la versión de ambos, fueron trabando una buena relación que en un punto se quebró. Constand, que entonces tenía 30 años, relata que la noche que visitó al cómico sentía estrés por su carrera profesional y este le ofreció unas pastillas, supuestamente de herbolario.

"Son tus amigas, te relajarán", contó este martes Constand que el cómico le dijo al darle las píldoras. También le ofreció vino. Lo que recuerda después es que se le nubló la vista y no podía hablar ni moverse. Mientras, Cosby abusa sexualmente de ella. "Me sentí humillada", dijo la canadiense. La mujer justificó que siguió en contacto con el actor tras el suceso por el poder y la influencia que tenía en la universidad y porque temía que afectara a su trabajo, pero meses después se quebró y lo contó.

Bill Cosby a su llegada al segundo día de juicio.BRENDAN MCDERMID (REUTERS)

El desenlace de este juicio gira en torno a la declaración de Constand, cuya primera denuncia, presentada en 2005, se cerró sin cargos y con un acuerdo económico un año después. El caso se reabrió en 2015 tras aparecer una nueva prueba, cuando se publicó una declaración judicial en la que el actor admitía haber dado pastillas a mujeres con las que se pretendía acostar. El documento vio la luz a solicitud de la agencia Associated Press, después de que un alud de mujeres -cerca de 60- acusara a Cosby de distintos grados de abusos usando, en muchos casos, barbitúricos. Como la mayoría de aquellos casos han prescrito, solo el de Constand ha llevado a Cosby a responder por delitos que le podrían costar hasta 10 de prisión si le declaran culpable.

Ahora, 14 años después de los hechos, será crucial la credibilidad que despierte en los miembros del jurado, formado por siete hombres y cinco mujeres, como también serán fundamentales los intentos de la defensa del cómico por minarla. El día anterior, el abogado de Cosby, Brian McMongale, sostuvo que el cómico, un icono televisivo de los 80, era víctima de falsas acusaciones de agresión donde no había más falta que la de infidelidad conyugal, mientras que la fiscal auxiliar del distrito de Montgomery, Kristen Feden, le retrató como un personaje infecto que abusaba de la confianza de mujeres de su entorno para drogarlas y agredirlas.

De entre las que acusan a Cosby, el juez ha admitido como testigo a una de ellas, Kelly Johnson, que era asistente del actor en Los Angeles. Johnson, que hasta el juicio era conocida como "Kacey", declaró que en 1996 el actor también había abusado de ella en un hotel de Bel Air.

Cosby, por su parte, se acoge por el momento a su derecho a no declarar, lo que llevará a la fiscalía a centrarse en las declaraciones del actor de 2005, en la que admitía la compra de barbitúricos para dárselo a mujeres con las que buscaba relaciones sexuales.

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