Los más frágiles

Ellos son los más frágiles de nuestra sociedad. Sobrevivieron a la posguerra, resistieron la dureza del régimen, confeccionaron la Transición e inauguraron nuestra democracia. Y aun así, la vida que llevan a sus espaldas parece no ser suficiente para asegurarles una subsistencia digna. A mis 16 años, agradezco que mis abuelos sigan conmigo, y no concibo cómo hay familias que dejan desamparados a sus mayores; cómo hay matrimonios que solo se tienen el uno al otro y que viven a merced de una mísera pensión que no les permite una mínima calidad de vida. ¿Cómo puede el Estado, o su periferia, semb...

Ellos son los más frágiles de nuestra sociedad. Sobrevivieron a la posguerra, resistieron la dureza del régimen, confeccionaron la Transición e inauguraron nuestra democracia. Y aun así, la vida que llevan a sus espaldas parece no ser suficiente para asegurarles una subsistencia digna. A mis 16 años, agradezco que mis abuelos sigan conmigo, y no concibo cómo hay familias que dejan desamparados a sus mayores; cómo hay matrimonios que solo se tienen el uno al otro y que viven a merced de una mísera pensión que no les permite una mínima calidad de vida. ¿Cómo puede el Estado, o su periferia, sembrar la más mínima duda sobre las pensiones? ¿Dónde quedó la deferencia hacia nuestros mayores? Habitual: primero a por los más vulnerables.— Miguel Roselló Crespo. Valencia.