‘Troleos’

Sigamos con la autolesión, tirando el buen gusto por los suelos y acabaremos mal

Antonio "El Tekila" gana la segunda edición de 'Got Talent España'.

Ya sabrán, las bases han castigado al aparato con un candidato ridículo y los gurús del tinglado patalean, aunque es culpa suya, que lo eligieron en un casting y sacan otros igual de malos. Si piensan que hablo del PSOE están peor de lo que creían. Me refiero a Antonio El Tekila, ganador de un concurso de talento de televisión. Aquí, solo temas de interés general. Pero es curioso que se parezcan telebasura y política, ¿tendrá que ver?

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Ya sabrán, las bases han castigado al aparato con un candidato ridículo y los gurús del tinglado patalean, aunque es culpa suya, que lo eligieron en un casting y sacan otros igual de malos. Si piensan que hablo del PSOE están peor de lo que creían. Me refiero a Antonio El Tekila, ganador de un concurso de talento de televisión. Aquí, solo temas de interés general. Pero es curioso que se parezcan telebasura y política, ¿tendrá que ver?

Parece que lo de El Tekila fue cosa de Forocoches, una web creada por un tipo de Palencia para hablar de coches. También dicen que Podemos era un plan para ligar que se les fue de las manos. Si el boicoteo gamberro quería mofarse del sistema es erróneo, solo da la razón en desconfiar del voto popular. Hacen creer que el pueblo unido puede ser vencido, por el ridículo. Pero no, a El Tekila no lo eligió el pueblo, es mucho generalizar. En el arte me rijo por una norma poco exigente: si podía hacerlo yo no lo aprecio. Aunque la verdad, eso yo no habría podido hacerlo. Tan mal no, y creo que poquísimos espectadores. Una minoría organizada puede hacerse pasar por voluntad popular, pero peor que socavar la democracia es hacerlo con la autoestima colectiva. Ves esto y piensas: qué país. Poner al más inútil responde a la idea del talento en España. Por abajo y por arriba, pues son los aparatos quienes mejor se trolean a sí mismos. No solo aquí, recuerden seres inanes como Ban Ki-moon o Van Rompuy, al que ya habrán olvidado, si alguna vez supieron quién era. Sigamos con la autolesión, tirando el buen gusto por los suelos y acabaremos mal. Dejemos reservas de vergüenza ajena, nos harán falta, pueden ser la última trinchera.

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