Editorial

Sombras sobre el ‘Brexit’

A pesar de su victoria, la votación en el Parlamento británica augura problemas para Londres

Varias personas cruzan el Westminster Bridge en Londres.NEIL HALL (REUTERS)

A la lista de malas noticias que llegan de Reino Unido desde que se aprobara el Brexitviene a sumarse la votación celebrada el miércoles en el Parlamento británico, en la cual el Gobierno de Theresa May ha obtenido luz verde para activar el mecanismo de salida de la UE.

Hay que lamentar que esas negociaciones se vayan a iniciar sin que el Gobierno de May se haya querido comprometer a asegurar a los 2.800.000 ciudadanos europeos legalmente residentes en el país que mantendrán los derechos de los que han gozado hasta la fecha y que no serán discriminados frente a los nacionales b...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A la lista de malas noticias que llegan de Reino Unido desde que se aprobara el Brexitviene a sumarse la votación celebrada el miércoles en el Parlamento británico, en la cual el Gobierno de Theresa May ha obtenido luz verde para activar el mecanismo de salida de la UE.

Editoriales anteriores

Hay que lamentar que esas negociaciones se vayan a iniciar sin que el Gobierno de May se haya querido comprometer a asegurar a los 2.800.000 ciudadanos europeos legalmente residentes en el país que mantendrán los derechos de los que han gozado hasta la fecha y que no serán discriminados frente a los nacionales británicos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los términos de la votación reflejan la cruda realidad detrás del polémico referéndum al que en 2016 fueron llamados los británicos por el conservador David Cameron. Al final, parece que el verdadero problema que se dirimía no era la mayor o menor cesión de soberanía a Bruselas, o la integración económica, sino el deseo de reducir la inmigración. No obstante, el reparto de votos en la Cámara de Westminster dibuja un panorama no exento de dificultades para Londres en su abandono del proyecto europeo. A la rebelión, en la primera votación la semana pasada, de 47 diputados laboristas le han seguido en esta segunda varias significativas dimisiones en sus filas. Esto muestra la profunda brecha causada en el laborismo por el drástico giro teñido de populismo de su líder, Jeremy Corbyn, quien ha pasado sin apenas transición de europeísta entusiasta y defensor de la libertad de conciencia de sus diputados a la hora de votar en la Cámara a exigir disciplina de voto a los miembros de los Comunes que no comparten su postura contra la UE.

Tampoco puede pasar desapercibida la oposición en bloque de los nacionalistas escoceses, que en modo alguno quieren secundar a May en su huida de Europa y que buscarán una vía para seguir disfrutando de los beneficios asociados a la pertenencia a Europa. El Brexit se dibuja así como una pérdida de derechos ante la que convendrá estar muy vigilante.

Archivado En