Cartas al director

Manual del populista

Los políticos pueden mentir, manipular y algunos incluso corromperse. También pueden intentar influir en el poder judicial, politizándolo o denostándolo. Si a esto le quitas la política, aparece un populista, que siempre va mucho más allá. No solo insinúa la parcialidad de un juez, directamente le amenaza por Twitter; no solo dificulta la investigación de posibles delitos, directamente exige que no se investiguen. En realidad le da igual que se investiguen o no, o que anulen o no un decreto suyo, solo busca la confrontación para aumentar más si cabe nuestro sectarismo, que es lo que le ha llev...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los políticos pueden mentir, manipular y algunos incluso corromperse. También pueden intentar influir en el poder judicial, politizándolo o denostándolo. Si a esto le quitas la política, aparece un populista, que siempre va mucho más allá. No solo insinúa la parcialidad de un juez, directamente le amenaza por Twitter; no solo dificulta la investigación de posibles delitos, directamente exige que no se investiguen. En realidad le da igual que se investiguen o no, o que anulen o no un decreto suyo, solo busca la confrontación para aumentar más si cabe nuestro sectarismo, que es lo que le ha llevado hasta donde está. El populista dice poder enderezar el mundo levantando muros, liberar a un pueblo creando o blindando fronteras o eliminar las desigualdades sociales de este siglo con fórmulas proteccionistas del pasado. Y todo sin política, con debates endogámicos cuyo único protagonista principal acaba siempre siendo él mismo, porque no busca votantes a los que engañar y manipular, busca seguidores y detractores que siempre le pongan en el centro de este falso debate político.— Javier Sáez-Benito Suescun. Zaragoza.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En