Cartas al director

Ciberacoso

Atentar contra la intimidad, propagar injurias, chantajear, estafar, extorsionar, maltratar, acosar, etcétera. Todas estas acciones, y otras peores, se pueden perpetrar con mucha más facilidad con la inestimable ayuda de las nuevas tecnologías de la comunicación, las redes sociales. Tras el inicio del curso escolar, toca hablar de ciberbullying, y lo vemos en televisión, lo oímos en radio y lo leemos en la prensa. Los casos no dejan de aumentar, las denuncias se acumulan y hay casos de jóvenes, de niños, que llegan al suicidio. Hablan expertos, se buscan soluciones, que si mediadores,...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Atentar contra la intimidad, propagar injurias, chantajear, estafar, extorsionar, maltratar, acosar, etcétera. Todas estas acciones, y otras peores, se pueden perpetrar con mucha más facilidad con la inestimable ayuda de las nuevas tecnologías de la comunicación, las redes sociales. Tras el inicio del curso escolar, toca hablar de ciberbullying, y lo vemos en televisión, lo oímos en radio y lo leemos en la prensa. Los casos no dejan de aumentar, las denuncias se acumulan y hay casos de jóvenes, de niños, que llegan al suicidio. Hablan expertos, se buscan soluciones, que si mediadores, que si formación, que si educación, que si psicólogos, etcétera. Pero no he oído nada sobre la irresponsabilidad de unos padres que son los que ponen el móvil en manos de sus hijos, a una edad cada vez más temprana, a una edad en la que su cabeza aún está por amueblar, me refiero a la de los hijos. ¿Saben lo que están haciendo?— Sebastián Fernández Izquierdo. Petrer (Alicante).

 

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En