Cartas al director

Votos y corruptos

Si este fuese un país cabal y decente, el partido que durante su Gobierno se ha significado como un partido inmerso en un sinfín de causas judiciales por corrupción, no habría vuelto a obtener la mayoría de votos. Si los hubiese obtenido, el propio partido habría arbitrado las medidas internas necesarias para depurar responsabilidades. Si ello no ocurriese, el resto de partidos, al alimón, alcanzarían un acuerdo de mínimos, basado en la regeneración democrática, la derogación de leyes arbitrarias e injustas y en un cambio para una ley electoral más equitativa, para, una vez hecha la oportuna l...

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Si este fuese un país cabal y decente, el partido que durante su Gobierno se ha significado como un partido inmerso en un sinfín de causas judiciales por corrupción, no habría vuelto a obtener la mayoría de votos. Si los hubiese obtenido, el propio partido habría arbitrado las medidas internas necesarias para depurar responsabilidades. Si ello no ocurriese, el resto de partidos, al alimón, alcanzarían un acuerdo de mínimos, basado en la regeneración democrática, la derogación de leyes arbitrarias e injustas y en un cambio para una ley electoral más equitativa, para, una vez hecha la oportuna limpieza y habiendo adecentado la situación, convocar unas nuevas elecciones. Sí.— Juan Fernández Sánchez. Madrid.

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