La música inunda el corazón de Bilbao

Quien tuvo la fortuna de estar en el BBK Live pudo comprobar en sus propias carnes que el festival bilbaíno traspasó las fronteras del monte Kobetamendi y se adentró en la ciudad para deleitar a propios y extraños, público y espontáneos viandantes, con una ecléctica selección de música en directo. Este año la ciudad sedujo a los asistentes con una oferta musical que permitió disfrutar de actuaciones en directo casi a cualquier hora del día -si contamos con las que tuvieron lugar a partir de las 6 de la tarde en Kobetamendi-. A las 12 de medio día se daba el pistoletazo de salida a una serie de...

Quien tuvo la fortuna de estar en el BBK Live pudo comprobar en sus propias carnes que el festival bilbaíno traspasó las fronteras del monte Kobetamendi y se adentró en la ciudad para deleitar a propios y extraños, público y espontáneos viandantes, con una ecléctica selección de música en directo. Este año la ciudad sedujo a los asistentes con una oferta musical que permitió disfrutar de actuaciones en directo casi a cualquier hora del día -si contamos con las que tuvieron lugar a partir de las 6 de la tarde en Kobetamendi-. A las 12 de medio día se daba el pistoletazo de salida a una serie de conciertos gratuitos -y para todos los públicos- que tuvieron lugar en pleno corazón de Bilbao.

Un batiburrillo generacional tuvo la oportunidad de disfrutar de la magia de la mejor música en directo gracias al programa Live Your Music, que desde el mes de junio ha ofrecido una docena de conciertos diurnos tanto dentro de míticos establecimientos bilbaínos como al aire libre, en las zonas más representativas de la zona antigua de la ciudad. La Ribera, por ejemplo acogió en su interior las actuaciones de los madrileños Nudozurdo o los vizcaínos McEnroe, mientras que en el templete de El Arenal, también al borde del río Nervión, actuaron las bandas León Benavente y John Berkhout, entre otras.

Bajo el sol del medio día, frente a un parque con columpios y un puesto de chucherías, se encuentra el templete de El Arenal, donde León Benavente ofrecieron el sábado un concierto a la una de la tarde que pudieron disfrutar padres con niños a hombros, abuelos que vigilaban por el rabillo del ojo a los nietos que se lanzaba por el tobogán, mientras se acercaban a ver qué es lo que se cocía en el templete, y jóvenes trasnochados casi recién llegados del propio festival. Lo mismo ocurrió el día anterior, cuando, en el mismo lugar, los psicodélicos John Berkhout actuaron frente a un público tan receptivo como dispar.

El único objetivo que Heineken persigue con el circuito de conciertos Bereziak, que han tenido lugar a lo largo de los fines de semana de junio y se han completado en los propios días del festival, es descubrir al público una forma diferente de regocijarse con todo tipo de actuaciones en directo. Artistas como Freedonia, Julián Maeso, Anaut, Mucho, Vinila von Bismark, Soleá Morente o Juventud Juché inundaron de música cada rincón de la ciudad y pusieron en bandeja una forma original de vivir cada uno de los conciertos que se ofrecieron en las entrañas de Bilbao.