La tumba de Antonio Machado
Hace unos días, de viaje por el Rosellón, estuve en el cementerio de Colliure para ver la tumba de don Antonio Machado; no había estado antes. Al contemplarla, aparte de la lógica emoción me sorprendió su espartana sencillez junto con un cierto aire de abandono, y eso que es un lugar de peregrinaje cívico. En cualquier camposanto español estaría mucho mejor conservada. Su figura ha sido y sigue siendo ejemplar para los españoles de bien, por ello esta “su última morada” sin perder la simplicidad debería tener la dignidad y el estado de conservación que se merece. La Administración española har...
Hace unos días, de viaje por el Rosellón, estuve en el cementerio de Colliure para ver la tumba de don Antonio Machado; no había estado antes. Al contemplarla, aparte de la lógica emoción me sorprendió su espartana sencillez junto con un cierto aire de abandono, y eso que es un lugar de peregrinaje cívico. En cualquier camposanto español estaría mucho mejor conservada. Su figura ha sido y sigue siendo ejemplar para los españoles de bien, por ello esta “su última morada” sin perder la simplicidad debería tener la dignidad y el estado de conservación que se merece. La Administración española haría bien en arbitrar medidas para corregir estas deficiencias.— Joan V. Llàcer Mont. Algemesí (Valencia).