¿Qué características tiene que tener una ciudad para que sea apta y sensible a las personas mayores?
(*) Por Vappu Taipale, HelpAge Finlandia.
Hay dos tendencias demográficas y geográficas a nivel mundial que definirán la primera mitad del siglo XXI: el envejecimiento y la urbanización.
En 2050, 2.100 millones de personas tendrán más 60 años, representado el 21,5% de la población mundial. Actualmente representan el 12,3%.
En ese mismo periodo de tiempo, el número de residentes en ciudades crecerá del 55% al 66%, sumando 2.500 millones a ciudadanos urbanos a escala global.
El resultado final es evidente: el número de habitantes mayores en las áreas urbanas se incrementará sustancialmente. ¿Cómo pueden nuestras ciudades responder a esto? ¿Están preparadas? ¿Qué infraestructuras será necesario construir para proteger y promover nuestros derechos y mejorar la calidad de vida de este sector?
Los siete principios de las ciudades aptas para personas mayores:
Para que el entorno urbano tenga en cuenta las necesidades de las personas mayores, desde HelpAge Internacional ofrecemos 7 principios o recomendaciones a tener en cuenta:
- Los mayores nunca podrán ser tomados en cuentan si no existen servicios disponibles y dedicados especialmente a ellos. No se trata solamente de tener servicios de asistencia médica o redes de apoyo, sino también de crear asociaciones donde las personas puedan reunirse para socializar, bailar, aprender, y disfrutar de la alegría de vivir de una manera activa junto a otros hombres y mujeres mayores.
Este tipo de centros ayudan al bienestar esencial de las personas mayores, ya que muchas veces se encuentras aisladas y marginadas por cuestiones de edad. - Para que las personas mayores puedan acudir a estos centros, lo primero que habrá que hacer es informales de su existencia. De nada sirve crear un espacio dedicado a los mayores si no se comunica. Las personas mayores tienen su propia forma de informarse, y habrá que tenerlo en cuenta.
- En el mundo hay un 15% de personas que viven con algún tipo de discapacidad, y la tasa de prevalencia aumenta entre las personas mayores. Una ciudad que tiene en cuenta las necesidades de las personas mayores será una ciudad accesible y adaptada. Para ello, por ejemplo, se podrían llevar a cabo diferentes medidas como mantener la luz verde peatonal durante mayor tiempo, o crear espacios adaptados en los transportes públicos para personas mayores. Estas acciones estimulan la interacción social e intergeneracional, y mejoran la calidad de vida de todos los habitantes de un entorno.
- A nivel mundial, solamente la mitad de las personas mayores recibe una pensión. En países de renta media y baja, esta cifra se reduce hasta el 25%. Esta situación es insostenible y obliga a las personas mayores a seguir trabajando aun cuando ya no tienen fuerzas y están en edad de descansar. Una ciudad que tiene en cuenta a las personas mayores recoge la necesidad de ofrecerles estas prestaciones.
- El medio urbano es muy complejo, y las vidas de los que habitan en las ciudades son variadas y distintas. Este hecho no cambia con la edad. Las ciudades debería adaptarse no sólo a las necesidades físicas de los mayores, sino también a los diferentes orígenes, aficiones o prioridades que tenemos.
- El sexto principio sería la adecuación. Si los servicios dirigidos a las personas mayores no están a la altura de las expectativas y no cubren sus necesidades, los esfuerzos para la adaptación de las ciudades a la edad se verán perjudicados y, por tanto, no lograrán sus objetivos.
- Por último, hay que concienciar sobre este tema y repartir responsabilidades para asegurase que estos planes se llevan a cabo bajo estándares apropiados.
Recuperar la ciudad:
Si se cumplen estos siete principios, las personas mayores se sentirán con derecho a reivindicar su lugar en nuestro entorno; un lugar que podrían haber perdido por cuestión de su avanzada edad.
Las ciudades sensibles a la edad y aptas para personas mayores son necesarias para que todos podamos llevar una vida independiente, permitiéndonos envejecer donde hemos crecido o elegido.
Conseguir que las ciudades sean lugares aptos para las personas mayores es una responsabilidad de todos. Desde el transporte, las empresas y los negocios individuales, o las actitudes de las personas de todas las edades que componen la sociedad… todos juegan un importante papel para conseguir esta necesaria transformación.
HelpAge International ayuda a las personas mayores en los países en vías de desarrollo desde hace más de 30 años. Su trabajo va encaminado a apoyar a las personas mayores para que reclamen sus derechos, se enfrenten a la discriminación y superen la pobreza y así puedan vivir de manera segura, digna, activa y saludable. HelpAge cree que la contribución que las personas mayores hacen a la sociedad es incalculable, y aún así las personas mayores siguen siendo uno de los grupos más vulnerables y olvidados del mundo.