“Lavapiés va a ser mi Brooklyn”
Director de cine madrileño pero de sangre doblemente congoleña, prepara la segunda parte de una trilogía de cortos ambientada en el multirracial barrio madrileño
Llega puntual a la entrevista. Sonriente, relajado, informal. Vaqueros, camiseta, cazadora, rastas que caen sobre su espalda y una barba —apenas una sombra— que antes, cuenta, era mucho más poblada. Por su aspecto, Chris Baz no aparenta más de 30 años, pero su DNI y su experiencia de vida atestiguan que tiene algunos más. Nació en Madrid de 1974, aunque nadie lo diría porque su piel es negra, sus rasgos africanos y su sangre, doblemente congoleña. "Mi madre es de Kinshasha y mi padre de Brazzaville. Él trabajó en una aerolínea en los años sesenta, Air Congo, y por eso vivió en Bruselas, París... luego vino a Madrid y de aquí somos mis hermanos y yo", relata. Chris estudió en Reino Unido y se graduó en imagen y sonido. Hoy es director y productor de cine por vocación y profesor de inglés por necesidad. "Es lo que me da de comer por ahora".