Las uvas de la suerte se adelantan a la Nochevieja

En el Valle del Vinalopó ya no estrenan abrigo para Todos los Santos. Ahora pasean en manga corta, porque cuentan los lugareños que finales de octubre ya no es lo que era. Que el calor cada vez se estira más en el calendario, que las lluvias caen cuando no toca y que a menudo, las uvas de Nochevieja se echan a perder. Este valle es el único hábitat natural de Europa en el que las uvas de la suerte, las de las doce campanadas, encuentran una temperatura y humedad únicas, que les permite sobrevivir aferradas a la cepa hasta bien entrado el invierno.

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