3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Si al menos estuviéramos en el Consejo de Seguridad...

"¿Saben aquel que diu...?". Foto: Brendan McDermid (Reuters/EL PAÍS).

Ayer tuvo lugar en Madrid un seminario organizado por el Real Instituto Elcano -junto con Oxfam Intermón y el Instituto de Salud Global de Barcelona- en el que tuvimos oportunidad de discutir la aplicación en España de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a 2030. Considerando la ambición inabarcable de la nueva agenda y el modestísimo historial del Gobierno durante los últimos años, se pueden imaginar que las expectativas no eran muy altas. Sin embargo, la reunión resultó francamente interesante. Les dejo con algunas observaciones, a medio camino entre el ¡Hola! Y el New England Journal of Development:

· Cada vez que me enfrento al reto de la aplicación de los ODS soy más pesimista con respecto a sus posibilidades prácticas. Uno a uno, hablando de salud, migraciones, clima o fiscalidad, los que allí participábamos describimos prioridades relevantes, pero complejas, costosas y, en fin, dudosamente acumulables. Solo la introducción de la cobertura universal de salud -una de las 13 metas del Objetivo 3 (de 17)- costaría en África la friolera de 100.000 millones de dólares anuales, tres cuartas partes del total de la ayuda actual en todo el mundo. Hará falta mucho más que cooperación para sacar adelante este y otros objetivos.

· Precisamente por esta razón, la discusión destacó la importancia de la llamada ‘coherencia de políticas’, un tecnicismo que se traduce en no quitar con una mano lo que estás dando con la otra. Poner coto a la elusión y la evasión fiscal, permitir la movilidad internacional de trabajadores o facilitar la transferencia de conocimiento para generar nuevos modelos de innovación son todas prioridades que escapan el mandato de las agencias de cooperación, pero que determinan el impacto de las políticas de desarrollo. (Nota: si la contribución de España en materia de evasión fiscal depende de la posición que expresó el funcionario del Tesoro que participó en mi mesa, echémonos a temblar.)

· Dicho esto, la ayuda importa e importan también mucho las instituciones públicas que tienen el desarrollo internacional en su mandato. Y las que tenemos ahora son claramente insuficientes para hacer frente al reto monumental de los ODS para nuestra acción exterior e interior (no olvidemos que España se ha encaramado al pódium de la desigualdad en Europa). Rafael Vilasanjuán sugirió algo que parece razonable: una comisión interministerial que aborde nuestras obligaciones y garantice la coordinación de las muchas ramas de la Administración afectadas. Lástima que no lo hayan oído en Moncloa, donde tanta falta harán unas risas en estos días de estrés. Si al menos estuviésemos en el Consejo de Seguridad…

· Varios miembros del PP y del PSOE participaron como oyentes en la jornada. A pesar de que habían sido invitados,no tuvimos oportunidad de saludar a ningún representante de Ciudadanos y Podemos, las starlettes emergentes de la política española. El desinterés de aquél y la complicidad perezosa de éste resultan inquietantes, porque de ellos va a depender en parte que en este asunto España retorne “a la mesa de los mayores”.

· La que sí apareció, escuchó y preguntó fue la Reina Letizia, en cuya agenda empieza a tomar forma este asunto. Bravo. Vamos a necesitar toda la ayuda que podamos obtener.

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