Cartas al director

Sociedad de consumo

La semana pasada tuvo lugar la inauguración de la nueva tienda de una marca de ropa cuya posición estratégica y su constante propaganda propició extensas colas y el posterior hacinamiento de la multitud contra las puertas del establecimiento pocos minutos antes de su apertura.

En el mundo occidental resulta una trivialidad relatar lo que ocurrió aquella mañana de jueves, pero en el contexto histórico de la población española se debe tener en cuenta que hasta hace relativamente poco nuestros abuelos llevaban el mismo abrigo durante décadas. Sin embargo, actualmente nos encontramos ante s...

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La semana pasada tuvo lugar la inauguración de la nueva tienda de una marca de ropa cuya posición estratégica y su constante propaganda propició extensas colas y el posterior hacinamiento de la multitud contra las puertas del establecimiento pocos minutos antes de su apertura.

En el mundo occidental resulta una trivialidad relatar lo que ocurrió aquella mañana de jueves, pero en el contexto histórico de la población española se debe tener en cuenta que hasta hace relativamente poco nuestros abuelos llevaban el mismo abrigo durante décadas. Sin embargo, actualmente nos encontramos ante situaciones en las que nos dejamos llevar por el marketing y su arte de hacer de la población “individuos mecanizados” persuadiéndonos, en este caso, a “renovar” nuestro armario con cierta frecuencia. ¿De verdad necesitamos toda la ropa de la que disponemos? ¿Era realmente necesario agolparse ante la inauguración de una nueva tienda?— Isabel Romero Sánchez.

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