Francia asume su más oscura memoria en la historia del siglo XX

En Rivesaltes, a 30 kilómetros de la frontera oriental con España, ha dormido durante 70 años un vergonzante capítulo de la historia de Francia y Europa. En un páramo barrido por la Tramontana, aún son visibles los esqueletos de decenas de barracones y letrinas. Es el Campo de Concentración de Rivesaltes, el más grande de los construidos en Occidente. De 1939 a 2013, aquí malvivieron más de 60.000 “indeseables”. Los primeros, refugiados españoles. Luego, judíos, gitanos, alemanes, colaboracionistas y harkis argelinos. Los últimos, migrantes irregulares. Este viernes, el primer ministro, Manuel Valls, inaugura en el lugar un Memorial. Hora de asumir la historia.

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