Planeta

El gigante editorial es una de las dos instituciones que aún vertebran España

A lo que se ve, las dos únicas instituciones que vertebran ya la unidad de España, parapetado como está el Estado detrás de los tribunales de justicia, son El Corte Inglés y Planeta. La cadena comercial porque su imagen y sus productos no cambian independientemente de en qué autonomía esté y el gigante editorial porque, aunque sus propietarios han dicho que si Cataluña se independiza de España trasladarán su sede “a Madrid, a Cuenca o a Zaragoza”, es la única entidad que consigue reunir cada año en Barcelona a personas de todas las ideas, incluso sin ninguna idea, en la cena del fallo del prem...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A lo que se ve, las dos únicas instituciones que vertebran ya la unidad de España, parapetado como está el Estado detrás de los tribunales de justicia, son El Corte Inglés y Planeta. La cadena comercial porque su imagen y sus productos no cambian independientemente de en qué autonomía esté y el gigante editorial porque, aunque sus propietarios han dicho que si Cataluña se independiza de España trasladarán su sede “a Madrid, a Cuenca o a Zaragoza”, es la única entidad que consigue reunir cada año en Barcelona a personas de todas las ideas, incluso sin ninguna idea, en la cena del fallo del premio que lleva su nombre. Así, este año, reunió en su mesa presidencial, junto al consejero delegado de la empresa y anfitrión, a un ramillete de personajes que no se hablan desde hace tiempo salvo para amenazarse o faltarse al respeto: la ministra de Fomento Ana Pastor (muy adecuada la elección tratándose el evento de un premio literario), el líder socialista Pedro Sánchez, el del partido emergente Ciudadanos Albert Rivera (¿sabrá que en nuestro país un tercio de la población vive en pueblos?), la delegada del Gobierno central Llanos de Luna, el secretario de Estado de Cultura José María Lasalle y el consejero catalán de la misma área Ferran Mascarell, la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona (muy adecuada también, por sus competencias, para lo que se celebraba allí) en representación de su titular, que tendría cosas mejores que hacer, no me extraña, y el presidente de la Generalitat Artur Mas, que ese día asistió sin interrupción al homenaje a su predecesor Lluís Companys, de cuyo fusilamiento por el régimen franquista se cumplían 75 años, al Tribunal de Justicia de Cataluña para declarar por supuestos delitos relacionados con el simulacro de referéndum que se celebró en noviembre pasado, cosa que hizo acompañado por 400 alcaldes bastón de mando en mano, a la rueda de prensa posterior en la que amenazó con desobedecer al tribunal que lo juzga si lo inhabilita como presidente y a la cena del fallo del Premio Planeta de novela, cuya entrega realizó junto a Ana Pastor. Según las crónicas de sociedad (que señalan que en las otras mesas había más políticos, empresarios, banqueros, famosos del corazón y televisivos y hasta algunos escritores), a pesar de lo que pueda parecer, la cena transcurrió en un ambiente distendido, lo que demuestra que la editorial Planeta sigue vertebrando a España.

¿Y el premio? Eso no le importa a nadie, excepto a los ganadores, que se hacen ricos, y a los lectores y a los participantes en él que aún creen que, como la sinceridad en política, los Reyes Magos existen.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En