Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Luminoso y responsable

Que lo que permite ver sea lo que más se vea es un signo de voluntad arquitectónica. Algo así sucede en el remodelado Ayuntamiento de Almere, en el centro de Holanda. Una intervención ha dotado de luminosidad, amplitud y dinamismo a las antiguas oficinas del municipio alterando su interior pero sin cambiarle la cara al edificio original.

Especialistas en renovación de edificios y en convertir inmuebles de la segunda mitad del siglo XX en oficinas dotadas de eficiencia energética, los arquitectos del estudio holandés ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Que lo que permite ver sea lo que más se vea es un signo de voluntad arquitectónica. Algo así sucede en el remodelado Ayuntamiento de Almere, en el centro de Holanda. Una intervención ha dotado de luminosidad, amplitud y dinamismo a las antiguas oficinas del municipio alterando su interior pero sin cambiarle la cara al edificio original.

Especialistas en renovación de edificios y en convertir inmuebles de la segunda mitad del siglo XX en oficinas dotadas de eficiencia energética, los arquitectos del estudio holandés Fokkema concluyeron recientemente la rehabilitación de este consistorio en Almere, una pieza más en el currículo arquitectónico de la ciudad que más rápidamente está creciendo en Europa.

Nacida como ciudad-dormitorio y construida en terrenos ganados al mar a partir de 1975, Almere es hoy, con 200.000 habitantes, un micromundo arquitectónico en el que Rem Koolhaas (OMA) ideó un plan urbanístico para reconfigurar su centro.

El proyecto de Fokkema forma parte de esa puesta al día. Sin embargo, su intervención en el edificio que Cees Dam proyectara en 1986 no se anuncia en el exterior del inmueble original, que mantiene su presencia, su cara conocida y su relación con la calle. El nuevo ayuntamiento se despliega en el interior con mostradores, oficinas abiertas y espacios de acogida que anuncian lo que los arquitectos, y sus clientes, la alcaldía, consideran que debe ser un ayuntamiento en el siglo XXI: una oficina de atención y servicio al ciudadano.

Las salas de juntas han sido forradas de este material porque, además de mejorar la acústica y recoger los espacios, este acabado domestica las oficinas y permite comprobar la relación entre el inmueble existente y la nueva intervención. Lo viejo puede, y debe convivir con lo nuevo. Lo luminoso puede ser sostenible. Ese parece ser el mensaje de los arquitectos de este proyecto de rehabilitación.

Comentarios

Heel mooi !!
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En