Un millonario levanta una mansión como venganza
David Tepper, directivo de fondos de inversión de alto riesgo, tiró la casa que su expatrón tenía en los Hamptons y se hizo otra dos veces más grande
El deseo de venganza llevó a David Tepper,un millonario directivo de fondos de inversión de alto riesgo, a destruir por completo la mansión de su exjefe y levantar una propiedad de más de 1.000 metros cuadrados, dos veces más grande que la original.
El motivo que lo llevó a demoler por completo la propiedad de Jon Corzine en los Hamptons se remonta a 1980. Se suponía que Tepper se iba a convertir en socio de la firma Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del mundo, sin embargo, no...
El deseo de venganza llevó a David Tepper,un millonario directivo de fondos de inversión de alto riesgo, a destruir por completo la mansión de su exjefe y levantar una propiedad de más de 1.000 metros cuadrados, dos veces más grande que la original.
El motivo que lo llevó a demoler por completo la propiedad de Jon Corzine en los Hamptons se remonta a 1980. Se suponía que Tepper se iba a convertir en socio de la firma Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del mundo, sin embargo, no fue así. Y Tepper culpó a su jefe de división de tal decisión. Más tarde, el directivo de fondos de inversión de alto riesgo abandonó Goldman Sachs, para fundar Appaloosa y en tan solo 10 años, llegó a convertirse en uno de los gestores mejor pagados de Estados Unidos, ganando unos 357.000 euros la hora, lo que un trabajador español con un salario medio podría llegar a obtener trabajando 18 años.
Según sus colegas, Tepper es un hombre con una gran personalidad y una actitud fuerte pero que no olvida. Así que en cuanto tuvo la oportunidad compró por 39 millones de euros la casa de lujo de verano en Sagaponack. Primero ordenó la construcción de una nueva propiedad a partir de cero. Luego construyó una gigantesca piscina. Además, la mansión, con vistas al mar, tiene su propia pista de tenis. Ahora cinco años más tarde, las nuevas fotografías aéreas muestran la magnitud de la propiedad.
El resultado final es una residencia de lujo que enorgullece de sobremanera a Tepper, que ya en su momento aseguró a The New York Magazine que con esa compra se “podría decir que había un poco de justicia en el mundo”.