Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado

Vauban: de base militar a barrio ecológico

Foto de pasosypedales.blogspot.com en: Flickr Creative Commons

El barrio de Vauban, en la ciudad alemana de Friburgo, ocupa lo que fue una base militar construida por los nazis en 1936, y ocupada por el ejército francés desde el final de la segunda guerra mundial hasta 1992. Ese año, el Ayuntamiento adquirió los terrenos, y decidió poner en marcha un proyecto de urbanismo sostenible, tanto desde la perspectiva social como ambiental. Su diseño fue resultado de la participación ciudadana, y el Foro Vauban, una asociación sin ánimo de lucro, coordinó un proceso de diseño participativo de más de 300 personas, y en diálogo con la ciudad de Friburgo y otros asociados. La antigua base militar se convirtió así, en un barrio ecológico en el que:

  • Las zonas verdes cobran un papel prioritario en el planeamiento urbanístico.
  • Los servicios básicos son de proximidad: centros educativos, mercado de agricultores y cooperativa alimentaria, tiendas, o centro comunitario se sitúan cerca de las viviendas. Esto además, reduce la necesidad de desplazamientos y genera unos 600 puestos de trabajo a los que se puede ir andando o en bicicleta.
  • La movilidad es sostenible: y basada en una red eficiente de transporte público, donde las paradas no se encuentran a más de 500 metros de ninguna casa. El centro urbano está conectado mediante un carril bici y un tranvía, con cobertura vegetal en los raíles para minimizar el ruido. Además, la mayor parte del barrio se concibe como zona libre de coches, y los aparcamientos son periféricos.
  • Las edificaciones se basan en la optimización energética: con un bajo consumo de energía y en algunos casos, debido a placas solares, con un superávit de producción energética que se vende. Los materiales de construcción son en su mayoría sostenibles y locales, y las viviendas cuentan con sistemas de recogida del agua de lluvia.

Las obras de construcción del barrio de Vauban comenzaron en 1996 y concluyeron en 2006. Desde ese momento, el barrio no ha cesado de extenderse. Expertos de todo el mundo lo visitan y se está convirtiendo en una referencia mundial de innovación urbanística sostenible. La ciudad de Friburgo es ya considerada por muchos como la capital verde europea. Y es que desde mediados de los 80, la ciudad adoptó una estrategia regional de protección ambiental para reducir las emisiones de CO2 en un 20% para el año 2010, mediante la energía solar y el ahorro energético. Y para ello, se estableció una eficaz red de transporte público, basada en el tranvía, y se habilitaron 160 km de carril bici. Además, el 50% de su término municipal son espacios verdes (42% áreas forestales, 3% parques, 5% viñedos), el casco histórico está completamente peatonalizado y sólo se permite el acceso a vehículos para la carga y descarga (limitada a una franja horaria) y a residentes. Hay recogida selectiva de residuos, y se ha generalizado la producción descentralizada de energía eléctrica, en las viviendas y edificios públicos.

La conciencia ecológica de los ciudadanos de Friburgo es innegable: el estadio de fútbol tiene paneles solares que los mismos socios han financiado; el 4% de la energía de la ciudad proviene de seis turbinas de viento financiadas por 496 de sus habitantes; y con seguridad, Friburgo no sería el lugar que es si hace 40 años sus estudiantes no hubieran impedido la construcción de una planta nuclear. Así, aunadas unas políticas públicas encaminadas al desarrollo urbano sostenible y un tejido social fortalecido, es posible desarrollar modelos de vida urbana más sostenibles.

Comentarios

Estas son noticias reconfortantes, que renuevan las esperanzas de muchos que pasamos por aquí. Ejemplos dignos de imitar en todo el Planeta: que las bases militares se conviertan en pequeñas ciudades verdes que además ésta ha nacido mediante un proyecto debido a la participación ciudadana.
Desconocía este caso, me ha resultado realmente interesante, la verdad es que Alemania da ejemplo en bastantes iniciativas colaborativas.
Estas son noticias reconfortantes, que renuevan las esperanzas de muchos que pasamos por aquí. Ejemplos dignos de imitar en todo el Planeta: que las bases militares se conviertan en pequeñas ciudades verdes que además ésta ha nacido mediante un proyecto debido a la participación ciudadana.
Desconocía este caso, me ha resultado realmente interesante, la verdad es que Alemania da ejemplo en bastantes iniciativas colaborativas.

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