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Cabalgando la primera ola

En los años sesenta, un puñado de precursores empezó a experimentar sobre tablas rudimentarias. España aún vivía bajo la dictadura franquista. Y fueron tachados de locos. Pero se convirtieron en la vanguardia de un deporte y una filosofía de vida que hoy cuenta con una legión de adeptos y con cerca de 25.000 federados en este país.

Jesús Fiochi se metió por primera vez con una tabla entre las olas de la playa de El Sardinero (Santander) en 1965. Imagen de Jesús (derecha) y su hermano Manel Fiochi.Archivo Manuel Fiochi
Jesús Fiochi, 50 años después.Archivo Manuel Fiochi
Iñigo Letamendia, en la fotografía entre las olas del Cantábrico, fue uno de los integrantes de Casa Lola, un caserío surfista en Loredo (Cantabria). Allí se fabricaron las primeras tablas españolas en serie. Y fue el germen de la prestigiosa marca Pukas.Archivo Zalo Campa
La tienda Gerónimo, en Zarautz, fue probablemente el primer establecimiento dedicado al surf. En la imagen, de 1975, aparecen, entre otros, sus fundadores: Zalo Campa, Iñigo Letamendia, Marian Azpiroz y Laura Revuelta.Archivo Zalo Campa
Surfistas en 1973.Archivo José Manuel Gutiérrez
Miembros del Centro de Investigaciones Submarinas, que formaron uno de los primeros clubes de surf de España. En la imagen, un surfari por Loredo (Cantabria) en 1966.Archivo José Manuel Gutiérrez
En 1963, Félix Cueto, ya fallecido, fabricó una tabla. Amador Rodríguez (en la foto) y Cueto se lanzaron con ella al mar de Gijón. El verano siguiente Rodríguez cabalgó su primera ola. Probablemente la primera de España.Archivo Amador Rodríguez
Amador Rodríguez es el segundo por la derecha, con gafas. Esta foto fue tomada en 1970.Archivo Amador Rodríguez / Archivo Pukas
Marian Azpiroz, de 66 años, fue una de las fundadoras de la marca Pukas. Vivió en los setenta en Casa Lola, la primera fábrica de tablas. Confeccionaba biquinis. En la foto, con uno de sus diseños.Archivo Amador Rodríguez / Archivo Pukas
Marian Azpiroz en la actualidad.
Nito Biescas (primero por la izquierda) en Zarautz (1968).Archivo Nito Biescas