Para ellos: pelo arcoíris

Los hombres también sucumben a las modas más arriesgadas. Ya no solo consumen tendencias, sino que además las crean. La última: teñirse cabello y barba de colores

Imagen de un merman en Instagram

Puede que no tengan cabida en el imaginario popular, pero en los relatos míticos existen tanto las sirenas como los sirenos, criaturas masculinas con pectorales musculados, barba y cola de pez. Como Tritón, el hijo de Poseidón en la mitología griega. O como el padre de Sirenita en el cuento y la película de Disney. Hoy la búsqueda en Instagram de la palabra merman (sirena masculina, en inglé...

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Puede que no tengan cabida en el imaginario popular, pero en los relatos míticos existen tanto las sirenas como los sirenos, criaturas masculinas con pectorales musculados, barba y cola de pez. Como Tritón, el hijo de Poseidón en la mitología griega. O como el padre de Sirenita en el cuento y la película de Disney. Hoy la búsqueda en Instagram de la palabra merman (sirena masculina, en inglés) arroja más de 80.000 imágenes. No son fotos de hombres disfrazados de peces de cintura para abajo, sino de chicos con las barbas, el pelo o ambos, teñidos de azul turquesa y otros colores relacionados con lo marino. En vista de que este tipo de retratos no paran de crecer en la Red, la tendencia ha dejado de ser una moda para cuatro atrevidos y está a las puertas de ser popular.

Quién iba a decir, hace 10 o solo cinco años, que los hombres acabarían sucumbiendo a las tendencias. Pero así es. Han aprendido a consumir e inventar modas. Y muy rápido: según Bloomberg, el consumo de moda y belleza masculinos dista mucho del femenino, pero crece el doble de rápido desde hace cinco años.

Los merman responden, además, a dos estilos de vida que llevan tiempo pegando fuerte entre los varones. El primero, y mayoritario, es el llamado hipsterismo y su símbolo inamovible: la barba bien cuidada. Y también su siguiente nivel: el moño despeinado, a lo Jared Leto, que hoy cumple la misma función icónica que cumplía la cresta de Beckham hace 15 años. El segundo, más minoritario, surgió hace cuatro años y se bautizó como seapunk: que mezcla imaginario marino, ropa deportiva, manga japonés y cultura digital. Un cóctel explosivo al que sucumbieron Rihanna o Azelaia Banks y que influenció a Donatella Versace.

Ya se sabe que el hipster cuanto más se diferencie de su entorno, mejor. Y si puede llevar barba pero emulando a una criatura marina (a un merman), ganará por goleada. Sin olvidar, además, que la moda femenina consiste en teñirse el vello de las axilas. El futuro estético tendrá lo mejor del punk y Disney.

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