Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado

Presupuestos urbanos participativos

Foto: Reunión presupuestos participativos. Diputación en Landetxa. De Angula Berria. En: Flickr Creative Commons.

El presupuesto participativo, una herramienta de democracia directa que permite a la ciudadanía incidir o tomar decisiones referentes a los presupuestos públicos, se convierte hoy en un asunto que toma creciente importancia en el debate sobre la construcción de ciudad. La ciudad de Porto Alegre (Brasil) fue la primera en ponerlo en práctica. La urbe, de un millón y medio de habitantes, y situada en una región metropolitana habitada por el doble de población, desarrolló unos presupuestos participativos en 1988 bajo el gobierno del partido progresista Partido dos Trabalhadores, con el fin de dotar a la población de servicios básicos de infraestructuras y reducir las desigualdades sociales. Y entendido como un proceso de consulta y diálogo entre la comunidad y las autoridades sobre las prioridades de inversión del municipio. En un inicio, la carencia de recursos generó ciertas dificultades y a los dos años se llevó a cabo una reforma tributaria y se dividió la ciudad en 16 distritos dentro de los cuales la población se organizaba en asambleas con capacidad de decisión. En 1994 se incluyeron además cinco plenos temáticos ciudadanos. Y a partir de ese momento, entre el 15% y el 25% del presupuesto se comenzó a asignar de forma participativa (el resto se dedicaba a gastos administrativos). Poco a poco, la participación se fue haciendo mayor, de manera que en 1995 más de 14.000 personas participaban en los encuentros, y contando a las organizaciones implicadas, unas 100.000 personas. Y para el año 1996, efectivamente, el 98% de población disfrutaba de suministro de agua y un 85% de sistema de alcantarillado y mejoras en la urbanización y vivienda.

En los últimos años esta experiencia se ha propagado a otras ciudades y otros países del mundo. Y paulatinamente, los presupuestos participativos aumentan su protagonismo en los debates sobre política local. En España, en un principio se llevaron a cabo en municipios de muy distinto tamaño de población, si bien el número de experiencias en municipios pequeños ha aumentado especialmente (suman casi el 40% del total). Recientemente, la Diputación de Málaga ha creado una Oficina de Presupuestos Participativos, donde hay numerosas experiencias de presupuestos participativos. Algunas de las grandes ciudades donde han surgido estas iniciativas son: Sevilla, Córdoba, Málaga, Albacete, San Sebastián, Logroño o Las Palmas. Otros ejemplos son: Elche, Jerez de la Frontera, Móstoles, Terrasa o Sabadell.

Aunque numerosos analistas definen estas experiencias como “escuelas de ciudadanía”, las experiencias españolas, al igual que las de otros países, se enfrentan a numerosas dificultades que complican su sostenibilidad debido tanto a la complejidad del proceso como a cuestiones políticas, sociales o de gestión. Sin embargo, recuperar la voluntad política de generar mayor participación ciudadana, y una ciudadanía activa, será necesario si se quiere profundizar en formas posibles de construcción y gestión democrática de los espacios urbanos.

Documental Porto Alegre Brasil. Presupuesto participativo. Consejo Latinoamericano Ciencias Sociales CLACSO.

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