África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Inmigración interior

Autor Invitado: Gaetan Kabasha (*)

Se habla mucho de los inmigrantes africanos en las costas del Mediterráneo listos para entrar en Europa, pero no se habla del fenómeno de inmigración masivo en el interior del continente. Se puede incluso decir que lo que se percibe desde Europa es solo la punta del iceberg en comparación con lo que ocurre dentro. El fenómeno de la inmigración es previsible que vaya creciendo y si no se logra detener será un problema global en los próximos años. No basta con avanzar teorías fáciles. La base está en la inestabilidad política, económica, demográfica, social etc., de los países africanos.

La inmigración en el interior de África podría dividirse en tres partes:

- los desplazados

- los refugiados

- y los que marchan por motivos económicos.

Refugiados ruandeses cerca de Goma en 1994. Foto: Radio Nederland Wereldomroep / Flickr

Los desplazados

Este término se utiliza para calificar a los que huyen de sus hogares a causa de la inseguridad y se ven obligados a instalarse en otro sitio, en el interior de su país. Resulta desgarrador, vivir dentro de tu propio país y no poder acceder a tu vivienda, familiares y pertenencias. De manera general, esta situación está causada por las guerras civiles que obligan a una parte de la población a huir de la otra o de las milicias hostiles.

En todos los países africanos donde hay guerra, son miles los ciudadanos que han tenido que huir de sus casas y se encuentran en familias ajenas o hacinados en los campamentos de infortunio bajo el cuidado de las organizaciones humanitarias. A veces, la situación sanitaria es dramática por la precariedad en la que se vive. Las epidemias proliferan, el hambre, la falta de protección, la miseria y la desolación etc, hacen estragos.

En la actualidad, son miles los que viven en esta situación en el Sudán del Sur, la República Centroafricana, República Democrática del Congo, Nigeria, Niger, Mali, Libia, Somalia etc. La Organización Internacional para las Migraciones habla de 12 millones de desplazados en toda África.

Según la legislación internacional, los desplazados internos no se benefician de la protección internacional sino de la de su propio país. Esto, muchas veces, dificulta aún más la vida de los que se encuentran en esta situación cuando sus países son incapaces de asegurar su protección y sustento.

Los movimientos internos a causa de la inseguridad son los que originan posteriormente la verdadera inmigración hacia otros países en busca de estabilidad.

Los refugiados de guerra

Muchos países africanos han conocido en los últimos 30 años unas guerras atroces. Estas guerras que suelen tomar fácilmente tintes étnicos o religiosos empujaron a muchas personas a salir de su país para refugiarse en los países vecinos. Otros, más hábiles y con más medios, pueden alejarse más del foco de conflicto e ir más lejos pero siempre dentro del continente.

De manera general, los refugiados de guerras quedan retenidos en los campamentos de refugiados donde los atienden los organismos humanitarios bajo el auspicio del ACNUR. La vida bajo la lona de los campamentos, nunca es agradable y en todo caso, es siempre precaria. Vivir dependiendo, absolutamente en todo, del otro, es siempre humillante para un ser humano. En muchos casos, no se permite a los refugiados salir de los campamentos para buscarse la vida en otros sitios.

En la actualidad, según las cifras del ACNUR hay aproximativamente 4 millones de refugiados en África, repartidos en diversos países. Dentro de los campamentos más antiguos se encuentran Dadaab en Kenya donde viven más de 200 mil somalíes. Kenya, con más de un millón de refugiados es de los países que más refugiados acogen por estar rodeado de países en conflicto. Allí se encuentran acogidos más de 400 mil somalíes, 125 sudaneses del sur, 20 mil etíopes, congoleños, ruandeses etc. En Ruanda viven muchos refugiados de la República Democrática del Congo y de Burundi. Después del genocidio de Ruanda, muchos ruandeses se dispersaron por todo el mundo, tanto en África como en otros continentes. Muchos están en RDC, Zambia, Congo Brazzaville, Centroáfrica, Kenya etc. Con el reciente conflicto de Centroáfrica, miles de ciudadanos de este país salieron hacia Chad, Camerún, RDC, Congo Brazzaville. Más hacia el oeste, las atrocidades de Boko Haram hicieron huir a muchos nigerianos a Chad, Níger, Camerún etc. También la guerra postelectoral en Costa de Marfil provocó un gran número de refugiados hacia los países vecinos (Togo, Ghana, Mali etc.) aunque muchos ya han empezado a volver a sus pueblos.

Como se ve, el mapa de los refugiados es bastante amplio. En algunos casos, los refugiados llevan décadas mientras que en otros, es un problema temporal de pocos meses. Dentro de algunos campamentos, se puede ya encontrar a nuevas generaciones que nunca conocieron sus países de origen. El principio de generación según el cual uno nace en las condiciones de sus padres se aplica perfectamente. En el este de la República Centroafricana, en el campamento de Mboki, se encuentran centenares de sudaneses que llevan más de treinta años sin volver a su país.

La inmigración por motivos económicos

Muchos son los jóvenes universitarios que no encuentran oportunidad en sus países y prefieren probar su suerte fuera. Aprovechando la flexibilidad de las fronteras, cruzan varios países con la intención de instalarse donde les es fácil encontrar trabajo. El caso de de la República Democrática del Congo es prototípico. Este país se encuentra envuelto en crisis repetitivas desde hace muchas décadas. Este hecho hace que muchos universitarios, ante la imposibilidad de encontrar trabajo o superados por el nivel de corrupción que gangrena todas las estructuras del Estado, prefieren ir a Ruanda, Angola, Sudáfrica para buscarse la vida.

Muchos de estos inmigrantes tienen un nivel intelectual suficiente para insertarse en la vida laboral de los países vecinos y, en general, no tienen intención de permanecer en los países de destino. Van buscando oportunidades y permanecen a la espera que sus países estén en condiciones de ofrecerles el espacio vital ajustado a su deseo económico y vital.

Los países de destino suelen ser los productores de petróleo por su oferta de empleo y también los países más avanzados del continente. Sudáfrica es el que más inmigrantes africanos acoge,seguido de Angola, Gabón, Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil etc.

En la época de Gadafi, había muchos africanos del sur del Sahara trabajando en las fábricas y en la minería. En Costa de Marfil, inmigran muchos malienses y burkinabenses para trabajar en las plantaciones de cacao y también como empleados del hogar en las familias ricas. A Ruanda van muchos congoleños buscando trabajo en la enseñanza secundaria.

Las colectividades afectadas por este tipo de inmigración llevan sus propios problemas de integración y convivencia. Últimamente hemos visto varios países procediendo a la expulsión de los inmigrantes de países vecinos, muchas veces en condición deplorables. Congo Brazzaville expulsó a sus vecinos de la República Democrática del Congo sin previo aviso haciéndoles cruzar el río desprovistos de sus pertenencias. Angola hizo lo mismo repetidas veces con los congoleños suscitando la indignación de las organizaciones de los derechos humanos. Las expulsiones de los inmigrantes africanos por los países de destino son cosa frecuente.

En algunos casos, estalla violencia xenófoba entre los autóctonos y los inmigrantes. El caso más llamativo es el de los extranjeros agredidos en Sudáfrica hace poco. Esas violencias suelen ir desde destrozar los bienes de los extranjeros hasta agredirles físicamente.

Como se ve, la inmigración africana en Europa es solo una pequeña parte de todo un fenómeno global. No quiere eso decir que toda África esté en movimiento hacia otros lugares. Muchos son los que quedan en sus países y luchan para vivir día a día junto a sus familias. Sin embargo, es importante destacar que el problema de la inmigración tanto en África como en Europa va a ser uno de los problemas mayores a los que la humanidad tendrá que hacer frente en el futuro próximo.

(*) Gaetan Kabasha, africano de nacimiento y de cultura, vive actualmente en España. Está preparando una tesis doctoral en filosofía sobre temas de las violencias y conflictos. Se interesa mucho de la actualidad política y económica del África subsahariana. Tiene un blog sobre esos temas titulado Afroanalisis: www.afroanalisis.blogspot.com

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