Voces y ecos
Distinguía Antonio Machado entre las voces y los ecos, y ese precisamente es el gran problema del que adolece la política española.
Se habla, y mucho, de los injustificables tuits de un exconcejal madrileño, de posibles nombramientos europeos, de peticiones empresariales al Gobierno, de la asistencia o no a actos protocolarios..., pero continuamos sin saber cómo poner coto a la descomunal impudicia de quienes predican la buena nueva de los recortes salariales pese a sus sueldos astronómicos, o la de quienes hacen exaltación pertinaz de lo privado pero llevan décadas esquilmando el siste...
Distinguía Antonio Machado entre las voces y los ecos, y ese precisamente es el gran problema del que adolece la política española.
Se habla, y mucho, de los injustificables tuits de un exconcejal madrileño, de posibles nombramientos europeos, de peticiones empresariales al Gobierno, de la asistencia o no a actos protocolarios..., pero continuamos sin saber cómo poner coto a la descomunal impudicia de quienes predican la buena nueva de los recortes salariales pese a sus sueldos astronómicos, o la de quienes hacen exaltación pertinaz de lo privado pero llevan décadas esquilmando el sistema público, o la de quienes haciendo profesión pública de su patriotismo abren con dinero contaminado cuentas en paraísos fiscales.— Juan Fernández Sánchez.