Ser ‘single’ en los tiempos que corren

“¡Apúntate a una página de Internet!”. Es, seguramente, la sugerencia que más veces me han hecho en los últimos ocho años, momento en el que entré a formar parte de ese grupo de tanta actualidad llamado singles. Es cierto que después de un tiempo empieza a rondar por tu cabeza una pregunta: Y ahora... ¿cómo voy a hacer para conocer a alguien? (con ese “alguien” siempre queremos decir “alguien especial”, claro). La rutina, el trabajo, los niños, la casa, el perro... ¿dónde está el tiempo para poner en práctica la duda? Y en caso de encontrarlo, ¿por dónde empiezo?: “Apúntate a una pági...

“¡Apúntate a una página de Internet!”. Es, seguramente, la sugerencia que más veces me han hecho en los últimos ocho años, momento en el que entré a formar parte de ese grupo de tanta actualidad llamado singles. Es cierto que después de un tiempo empieza a rondar por tu cabeza una pregunta: Y ahora... ¿cómo voy a hacer para conocer a alguien? (con ese “alguien” siempre queremos decir “alguien especial”, claro). La rutina, el trabajo, los niños, la casa, el perro... ¿dónde está el tiempo para poner en práctica la duda? Y en caso de encontrarlo, ¿por dónde empiezo?: “Apúntate a una página de Internet”, dicen. ¡Ni que fuese tan fácil! Ya he investigado, ya, pero no me acaba de convencer y, cuando lo digo, me toman por un bicho raro. Estoy fuera de contexto. Ser singlea los 40 y no estar en Internet es como tener 20 años ahora y no estar en las redes sociales. O sea, un bicho raro.

Es difícil de entender, o eso parece, pero aún hay personas que echan de menos las prácticas del pasado.— Lidia Martínez García.