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Los últimos trenes nocturnos

En España solo sobreviven cinco de estos históricos servicios. EL PAÍS pasa la noche en uno de ellos, el que une Madrid con Galicia

Uno de los viajeros coloca sus pertenencias en su camarote antes de la salida. Él va en un compartimento con dos literas, aunque solo una está desplegada. Su habitación cuenta con un aseo, una botella de agua, jabón y toalla para lavarse, y un pequeño neceser.LUIS SEVILLANO
Todos los viajeros han pasado por el control de billetes y el tren está a punto de salir. Un empleado de la estación de Chamartín controla que nada falle.LUIS SEVILLANO
Vista desde la parte trasera del vagón de asientos convencionales con destino a Santiago y A Coruña. El tren acaba de salir de Madrid y las luces están todavía encendidas. A medianoche se apagan.LUIS SEVILLANO
Imagen captada desde el interior del tren segundos después de iniciar la marcha desde Madrid. A través de la ventanilla se ve uno de los AVE que tienen como origen y destino Valladolid.LUIS SEVILLANO
Uno de los pasajeros escribe en su cuaderno sentado en la litera y con la puerta del camarote abierta.LUIS SEVILLANO
Agustín (d) es un marine argentino de 25 años que acaba de empezar un viaje en tren por toda Europa. Tiene un mes de permiso tras su misión de cinco meses en la Antártida. Nada más salir de Madrid, escribe sus impresiones en su cuaderno. Se dirige a Santiago de Compostela, donde tiene previsto pasar unos cinco días con un familiar, para ir después a Barcelona, Francia e Italia.LUIS SEVILLANO
La cafetería del tren vista desde la puerta que la separa del vagón de turista. Está abierta todo el trayecto, salvo de 2 a 6 de la madrugada. Entre semana no registra gran actividad.LUIS SEVILLANO
Dolores, de 22 años, vuelve a su pueblo, Castiñeira, después de pasar dos días en Madrid. Ha ido a visitar a un chico que conoció a través de un chat. Media hora después de salir de Chamartín, acude a la cafetería para cenar un bocadillo de bacon con queso. No espera dormir mucho durante el trayecto: "Este tren es muy incómodo", se lamenta.LUIS SEVILLANO
Después de una hora y media de viaje, llega la primera parada, en Ávila. No sube ni baja nadie. Agustín, el marine argentino, aprovecha los dos minutos que tiene para fumarse un cigarro. La siguiente parada será en Medina del Campo, casi a la una de la madrugada.LUIS SEVILLANO
A las siete de la mañana, justo cuando empieza a amanecer, el tren se detiene en Santiago, una de las principales paradas de esta ruta con destino A Coruña, adonde llegará un poco antes de las ocho. En la imagen, uno de los últimos viajeros en bajar.LUIS SEVILLANO