La carrera de los autos míticos

El Oris Rally Clásico llega en marzo a su undécima edición con coches de hasta 1935 que recorrerán Mallorca

¿Para qué puede ser útil un BMW 328 Roadster de 1935? Pues habrá quien decida tenerlo en el garaje y mimarlo, sin exponerlo ni a la luz del sol, no vaya a ser que un solo rayo se coma un milímetro cuadrado de pintura. Otros lo utilizarán para darse una vuelta y sentirse como un viajero del tiempo, que ha llegado hasta el presente con chaqueta tweed, sombrero y monóculo. Otra opción: apuntarse a un rally. Eso sí, de coches clásicos. Es lo que ha hecho con su mítico coche Albert Otten, uno de los participantes de la undécima edición del Oris Rally Clásico, que se disputa entre el 12 y el 14 de m...

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¿Para qué puede ser útil un BMW 328 Roadster de 1935? Pues habrá quien decida tenerlo en el garaje y mimarlo, sin exponerlo ni a la luz del sol, no vaya a ser que un solo rayo se coma un milímetro cuadrado de pintura. Otros lo utilizarán para darse una vuelta y sentirse como un viajero del tiempo, que ha llegado hasta el presente con chaqueta tweed, sombrero y monóculo. Otra opción: apuntarse a un rally. Eso sí, de coches clásicos. Es lo que ha hecho con su mítico coche Albert Otten, uno de los participantes de la undécima edición del Oris Rally Clásico, que se disputa entre el 12 y el 14 de marzo en Mallorca.

Este rally que acoge el exclusivo Puerto Portals, en Calviá, es uno de los referentes europeos en las pruebas de clásicos. Por algo en estos once años ha pasado de los poco más de 40 inscritos al centenar -el máximo que la organización puede asumir- que acoge esta edición. Los cien pilotos recorrerán más de 600 kilómetros en tres días que comienzan con una etapa nocturna y la dificultad que conlleva la falta de luz.

Los cien pilotos recorrerán más de 600 kilómetros en tres días. “Para hacer un giro con estos coches hay que dar seis vueltas de volante", explica la organización

No es el único inconveniente al que se enfrentan los conductores de vehículos clásicos en pruebas de competición. “Hay que tener en cuenta que para hacer un giro con estos coches hay que dar seis vueltas de volante, tienen mucho mérito”, resume Toni Dezcallar, organizador e impulsor del Oris Rally Clásico. Habría que hacer, por tanto, un cálculo de cuántos giros de volante necesitan los pilotos en la curva más emblemática: el nudo de la corbata. Un giro de 360 grados incrustado en el recorrido de la segunda etapa llamada Sa Calobra y que da nombre a la edición limitada de relojes que Oris, patrocinador principal, ha creado con motivo del rally.

La tercera y última etapa pondrá el cierre y para entonces, claro, ya habrá ganadores. Las dos categorías fundamentales son la de regularidad y la de velocidad. La primera es en una carretera cerrada en la que se indica una media de velocidad en cada tramo que los participantes deben intentar lograr. La de velocidad es una carrera convencional, en la que los pilotos -y sus copilotos- deberán hacer el tramo en el menor tiempo posible para ganar.

Albert Otten y su BMW 328 de 1935 vendrá desde Alemania el próximo 12 de marzo. “Tenemos participantes también de Suiza o Reino Unido”, explica Toni Dezcallar. Porque al final si uno decide sacar a pasear un coche impregnado de historia, es mejor no quedarse en una vuelta por el barrio. Y pocos sitios mejores que Baleares para cualquier europeo. Un puerto en Mallorca, coches clásicos, la primavera al caer... Como para no arriesgarse a perder un poco de pintura en la chapa.

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