En España no se lee
No debiera sorprendernos la bajísima tasa de lectura nacional, situada en el 35% de la población, que probablemente sea menor eliminando la “cocina” a los números de las encuestas. Con todo, no debiéramos perder de vista los demenciales horarios que tenemos en España, que aparte de impedir la conciliación laboral y familiar, destierran la posibilidad de dedicar al ocio parte del día. En otros países la jornada laboral termina a las 17 horas y no a las 21. Leer es un placer que sobre todo requiere tiempo y serenidad, dos atributos de los que andamos escasos por estos predios.— ...
No debiera sorprendernos la bajísima tasa de lectura nacional, situada en el 35% de la población, que probablemente sea menor eliminando la “cocina” a los números de las encuestas. Con todo, no debiéramos perder de vista los demenciales horarios que tenemos en España, que aparte de impedir la conciliación laboral y familiar, destierran la posibilidad de dedicar al ocio parte del día. En otros países la jornada laboral termina a las 17 horas y no a las 21. Leer es un placer que sobre todo requiere tiempo y serenidad, dos atributos de los que andamos escasos por estos predios.— Daniel García Delicado.