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La nostalgia de la ‘chanson française’

París da para mucho. Del amor a la melancolía. La cantante Zaz ha elegido la ciudad para su nuevo disco

Zaz, asegura que nunca ha terminado de descubrir París. "Allí nunca se está a salvo de una sorpresa". A través de sus ojos, es siempre fascinante: "Como en una relación romántica, te reinventas después de 50 años de matrimonio a través de la mirada". Ella aún no cumplirá esas bodas de oro con la ciudad a la que llegó en 2006 tras haber crecido en Tours y estudiado en el Centro para la Información y las Actividades Musicales de Burdeos.

Solo se marchará cuando se canse. Por ahora, el único momento en el que no puede "soportar" estar allí es cuando necesita espacio verde para respirar. Mientras, París se ha convertido para ella en uno de esos lugares que más amas cuantas más veces vuelves. "Cuando regreso de cualquier viaje, vuelvo a verla con otros ojos. La echo de menos mientras estoy fuera".

Yann Orhan

"Piaf es Piaf", contesta Zaz cuando se le recuerda que Charles Aznavour pronuncia su nombre seguido del de la conmovedora Edith Piaf. "A ella no se le puede comparar con nadie, aunque sea muy halagador que lo hagan", comenta la cantautora, a quien los elogios no le gustan. Ni mucho ni poco.

Aznavour avisó el año pasado de que solo se retirará cuando cumpla 100 -le quedan nueve para alcanzar la centena-. Ahora versiona J'aime Paris au mois de mai en un dueto con Zaz, cuya voz mantiene esa energía y esa senbilidad que caracteriza a la canción francesa, según el nonagenario que, el pasado año, llenó el Liceo de Barcelona para salpicarlo de emoción a través de canciones que fueron, y aún son, estremecedoras.

Yann Orhan

Quincy Jones, John Clayton y Zaz se reconocieron de inmediato: "Supimos enseguida que amábamos hacer y compartir música de la misma forma". Al músico, el lengendario compositor y productor y a la joven francesa, los separan varias décadas: "Pero a pesar de la diferencia de edad y la experiencia que ellos tienen estuvimos como niños. Nos divertimos como locos".

Jones, productor de Frank Sinatra o Michael Jackson, relata cómo, para él, en la música el ser humano es lo primero, "y el resto es un reflejo de lo que hay dentro. Solo hay que escuchar a Zaz".

-¿Qué ve ella cuando se mira en un espejo?

-Alguien que sonríe.

Quizás más en los distritos parisinos XI y XX, sus lugares favoritos. Aunque no los únicos: "Me encantan los barrios populares donde siento que la vida bulle".

Yann Orhan

Otra de las colaboraciones de la francesa es junto a Nikki Yanofsky, la joven cantante canadiense de jazz, soul y pop con quien versiona, en francés e inglés, J'aime Paris, y a quien también produce Quincy Jones. "Él fue quien me propuso el dúo. Acepté de inmediato, nuestras voces son totalmente diferentes y me encanta el resultado de esa combinación", cuenta Zaz, que la conoció hace años a través de Internet

Yanofsky, Jones, Clayton, Aznavour y el guitarrista de jazz Thomas Dutronc son las cinco colaboraciones con las que cuenta el nuevo proyecto, que estará a la venta el próximo 11 de noviembre.

Yann Orhan

Zaz saltó sin miedo a este disco que supone visitar el pasado más clásico del repertorio francés. "Fue un placer que concebimos como una semana haciendo música con buenos músicos", argumenta. La idea surgió de un entusiasmo generalizado en su equipo por complacer a los seguidores de la cantautora que, en más de una ocasión, le habían pedido un disco que versionara canciones antiguas, "y por unas tremendas ganas de hacer jazz".

El criterio para elegir las canciones del disco fueron, sobre todo, la letra y la melodía: "Algunas, además, creo que son completamente actuales, por ejemplo La Parisienne, una bella sátira de nuestra sociedad que quiere encajonarlo todo", cuenta Zaz. Detrás de un micrófono, su sonrisa se acrecienta: "Cantar me conecta con mi alegría. Jugar con los músicas y comunicarme con el público es mi manaera de unir y conectar a la gente".

Yann Orhan

-¿Y si no pudieses cantar?

-Si no pudiese cantar haría cualquier cosa para hacer el bien, transformar, perturbar...

Y en su cabeza, como un amuleto, suena Paris, de Frank Monnet: "Paris je suis amoureux, Paris je suis amoureux..."

Yann Orhan