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Vivir entre nichos

En el cementerio Navotas de Manila, Filipinas, viven 350 familias

Leia Paloma y su marido regentan un pequeño negocio a la sombra del mausoleo. Cada día, a la hora de los funerales, tienen asegurada la venta, ofrecen cigarrillos, cerillas o caramelos a los familiares y amigos del fallecido. En la imagen, Leia Paloma descansa tumbada frente a la imagen de Cristo. Su marido hace lo mismo en el nicho de arriba.Pedram Yazdani
La tercera parte de la población de Gran Manila vive en suburbios: zonas inundables, vertederos, chabolas que rozan las vías del tren, bajo puentes o cementerios.Pedram Yazdani
Navotas tiene el puerto pesquero más importante de Filipinas. La mayoría de los hombres del cementerio trabaja en alguna profesión relacionada con la pesca. Pedram Yazdani
Cualquier lugar es adecuado para asearse. Los jóvenes del cementerio son gente moderna que siguen los últimas tendencias de moda, en la gran ciudad son uno más.Pedram Yazdani
Ricardi Alberca habilita un nicho para el siguiente difunto. A golpe de cincel, rompe el muro y junta los restos en una bolsa mientras los niños se reúnen para recoger algún objeto de valor. Pedram Yazdani
La población de Filipinas se ha doblado en los últimos 25 años y tiene una de las tasas de natalidad más elevadas de todo el continente asiático. Las propuestas del Gobierno para llevar a cabo programas de planificación familiar se han encontrado de frente con la Iglesia Católica. Una sentencia de la Corte Suprema pone fin a esta batalla después de 16 años, la ley de salud reproductiva ya es Constitucional.Pedram Yazdani
Jaime Cavanillas emigró de Palawan cuando tenía 18 años. Joven y aventurero buscaba nuevas oportunidades en la ciudad. Se instaló en el cementerio y aquí sigue. A sus 69 años atiende su puesto de mango verde y chucherías sin perder la sonrisa.Pedram Yazdani
Los funerales son parte de la vida en Navotas. Los más pequeños escalan cada peldaño y suben con agilidad los nichos para poder llegar al rincón más alto. Pedram Yazdani
Unidades familiares de entre ocho y 10 personas comparten espacios diminutos. Estas hermanas se ayudan una a la otra a limpiarse el pelo, ninguna casa del cementerio tiene aseos o duchas.Pedram Yazdani
Cada domingo las peleas de gallos se convierten en el mejor pasatiempos para los hombres. Juegan sumas importantes de dinero.Pedram Yazdani
Un niño salta un nicho portando las fichas del juego de tazos.Pedram Yazdani
Vista del Cementerio desde la casa del pastor. Pedram Yazdani
La vida es dura para los adultos. Entre nicho y nicho, estas señoras embolsan el carbón para venderlo en el mercado de Navotas.Pedram Yazdani
Cada atardecer, los niños escalan los nichos y liberan sus cometas hechas a mano al cielo. La educación es pública en Filipinas pero no todos los niños del cementerio la aprovechan. A veces porque no tienen dinero para el uniforme o porque los padres no los mandan.Pedram Yazdani