Las primarias, en noviembre
Anda el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dando sus primeros pasos como líder de los socialistas, intentando marcar un camino propio que permita recuperar a los votantes desencantados con la deriva excesivamente centrista, según nos mostró el CIS, del PSOE. ¿Lo está consiguiendo? De momento, no. El motivo: saber si se celebrarán las primarias para elegir candidato a la presidencia del Gobierno en noviembre o no. Andan los popes socialistas pidiéndole que las retrase hasta después de las municipales y autonómicas de 2015. ¿Por qué? Seguramente para aprovechar la, de momento no s...
Anda el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dando sus primeros pasos como líder de los socialistas, intentando marcar un camino propio que permita recuperar a los votantes desencantados con la deriva excesivamente centrista, según nos mostró el CIS, del PSOE. ¿Lo está consiguiendo? De momento, no. El motivo: saber si se celebrarán las primarias para elegir candidato a la presidencia del Gobierno en noviembre o no. Andan los popes socialistas pidiéndole que las retrase hasta después de las municipales y autonómicas de 2015. ¿Por qué? Seguramente para aprovechar la, de momento no segura, recuperación de poder local y autonómico del PSOE para impulsar al candidato a la presidencia del Gobierno hasta La Moncloa.
Pedro Sánchez debería evitar atender a estos cantos de sirena y convocar las primarias en noviembre. Primero, porque parecía un compromiso adquirido durante la campaña de las primarias. Segundo, porque se cerraría el debate sobre las primarias y saldría aún más reforzado si es elegido candidato. Tercero, porque resuelta la elección del candidato Pedro Sánchez podría comenzar a trabajar libre de ataduras y sin distracciones para ser él quien impulse a los candidatos municipales y autonómicos a una recuperación del voto perdido y de ahí a batir a Rajoy en las generales.
Si no las celebra en noviembre se expone a que su mensaje llegue al ciudadano con dificultad, debido al ruido de fondo que va a provocar la no celebración de las primarias y la provisionalidad que el hecho de no ser candidato le dará.— Óscar Martín García.