Paren, que yo me bajo
Hojeo como cada domingo EL PAÍS. De atrás adelante. Saltan los titulares: el vicedecano de Harvard Law School asegura: “En los bufetes de abogados las mujeres y los negros ganan un 25% menos”.
¡Qué novedad! “se inicia la recuperación” y yo sigo sin creérmelo.
Llego a las Cartas al Director. En una de ellas un madrileño se queja del maltrato que se produce sobre los jóvenes en la treintena porque se facilita la contratación a los menores de 25 y se les excluye.
Y yo me pregunto como desempleada (que no ama de casa), mayor de 45, doblemente licenciada, con 23 años de experie...
Hojeo como cada domingo EL PAÍS. De atrás adelante. Saltan los titulares: el vicedecano de Harvard Law School asegura: “En los bufetes de abogados las mujeres y los negros ganan un 25% menos”.
¡Qué novedad! “se inicia la recuperación” y yo sigo sin creérmelo.
Llego a las Cartas al Director. En una de ellas un madrileño se queja del maltrato que se produce sobre los jóvenes en la treintena porque se facilita la contratación a los menores de 25 y se les excluye.
Y yo me pregunto como desempleada (que no ama de casa), mayor de 45, doblemente licenciada, con 23 años de experiencia laboral, en búsqueda activa de empleo, y sí, digo activa, porque buscar empleo es todo un “trabajo” diario, ¿para cuándo alguien va a hacer algo por los que ya no somos tan jóvenes? Se habla de exclusión, solo exclusión, o más bien de olvido. Lo que no se ve, lo que no se nombra, no existe.
Y al señor Montoro le escandalizan las indemnizaciones millonarias. ¡Ea! a cerrar los ojos y a vivir todos en el país de las maravillas. Que ustedes sean felices.— María Teresa Cerdán Pola.