¿Qué fue de la escena de la música electrónica que nació en Barcelona?

En los 90 surgieron locales como Nitsa y festivales como el Sónar, que convirtieron a la Ciudad Condal en la meca electrónica española. Un documental explica cómo se vive hoy esa escena

La presencia de Richie Hawtin en la última edición del Sónar da cuenta de la relevancia internacional del festival catalánCordon Press

La improbable fusión entre pop y música electrónica, aquellos estilos aparentemente enemigos dirigidos uno al mainstream y otro al moderneo más vanguardista, se produjo en los noventa en un club con pista de baile giratoria: el Nitsa. Hoy, el espíritu indie y underground que marcó el ADN del local continúa su progresión en el Sónar, un encuentro que rige la pauta entre los gurús de los sintetizadores, sirve a los asistentes ese hedonismo tan típicamente festivalero y se ha convertido en marca global.

¿Cómo pasó Barcelona de ser el embrión de aquel estilo anta...

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La improbable fusión entre pop y música electrónica, aquellos estilos aparentemente enemigos dirigidos uno al mainstream y otro al moderneo más vanguardista, se produjo en los noventa en un club con pista de baile giratoria: el Nitsa. Hoy, el espíritu indie y underground que marcó el ADN del local continúa su progresión en el Sónar, un encuentro que rige la pauta entre los gurús de los sintetizadores, sirve a los asistentes ese hedonismo tan típicamente festivalero y se ha convertido en marca global.

¿Cómo pasó Barcelona de ser el embrión de aquel estilo antaño mirado de reojo al punto de mira de productores y DJ de todo el mundo? En un documental rodado durante la última edición del Sónar, se explica la evolución de la escena musical barcelonesa. Los responsables de Red Bull Music Academy entrevistan a personajes de este movimiento con el fin revelar qué aguja pincha el vinilo en la Ciudad Condal. Descubrimos, así, que el productor gallego Astroboyz disfruta grabando sonidos naturales (la propia voz de la ciudad, que luego transforma en música bailable), que Jordi Ventura y Loïc Le Joliff (de cuyas mentes salió el Piknic Electronik Festival) consideran que el Sónar es el mejor festival del mundo o que el gerente de la tienda de vinilos Discos Paradiso reconoce tímidamente que “Barcelona ha pillado un poco más de trascendencia”.

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