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Gastronotas de Capel
Por José Carlos Capel

Temporada de tomates ¿será tan difícil como siempre encontrarlos buenos?

Cuando recibí la invitación de Belén Rodríguez, alcaldesa de Villa del Prado, proponiéndome participar en una cata el 14 de junio con motivo de su “V Feria de la Huerta y el Vino” mi curiosidad subió de tono. En los alrededores de este municipio existen unas huertas junto a la ribera del Alberche en las que se producen hortalizas espléndidas. Explotaciones variopintas que de forma silenciosa surten a supermercados y cocineros muy conocidos de pepinos, acelgas, zanahorias, cebolletas, repollos, judías, pimientos y otras especies vegetales.

Nada más llegar me enteré que la cata iba a girar alrededor de seis tipos de tomates, variedades de invernadero no tradicionales. Es decir, no se trataba de una cata competitiva de calidades sino de una cata- test, a modo de avanzadilla de la temporada, organizada por el IMIDRA para contrastar la acogida que cada una puede tener entre los consumidores. Al menos esa fue mi conclusión al finalizar la cata. Interesante en cualquier caso.

Probamos tomates cuyos nombres desconocía, Anairis, Tavira, Marmanlindo (no marmandino), Caramba, Ramiro Arnedo y Óptima. Confieso que ninguno me convenció del todo. Mejor que el resto el denominado Anairis, dulce y ácido, de textura firme a pesar de que la piel era demasiado gruesa. Al terminar, Isabel Fernández, técnica del Imidra me comentó que en España es una de las variedades que alcanza más éxito.

Por efecto de hibridaciones sucesivas las variedades de tomate no dejan de multiplicarse. Todos los años los productores hacen tentativas para conquistar a los consumidores con nuevos tamaños, formas y sabores y cada temporada surgen tipos desconocidos. Buenos de verdad, muy pocos. O a mí me lo parece.

¿Son mejores los tomates de invernadero o los de huerta? La pregunta es absurda. Nada como las plantaciones a cielo abierto, por supuesto. En Villa del Prado a finales de Agosto se recolectan algunos de sabor intenso.

Al regresar de esta excursión, sin embargo, comencé a dar vueltas a una pregunta que aún no he resuelto. Por placer y devoción profesional durante el verano de 2013 probé decenas de tomates. Variedades valencianas, navarras, malagueñas… Algunas de ellas las comenté en este mismo blog hace meses. De todas la que más me gustó fue el “tomate negro de Santiago” de la Finca de los Cuervos ¿Dónde habían crecido esos tomates en el verano 2013? Qué casualidad, en un invernadero.

Acabo de hablar con Santiago Pérez, impulsor de este centro modélico en Galicia, famoso por sus guisantes lágrima y sus verduras mini, quien me ha dado una respuesta contundente. “Los mejores tomates proceden de las huertas. Los de primera floración los destinamos para semillas de nuevas plantaciones, los segundos los vendemos. La tercera floración a finales de agosto produce los mejores frutos. El año pasado, sin embargo, la climatología fue mala en Galicia y todos nuestros tomates se desarrollaron en invernadero. Salieron muy finos”.

Comienza un nuevo verano. ¿Será tan difícil como siempre encontrar tomates carnosos, de sabor intenso y piel fina? ¿Dónde podremos localizar tomates realmente buenos? Sígueme en Twitter en@JCCapel

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