De Neymar a Pitbull: 20 maneras de eclipsar el Mundial

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Este debería ser el Mundial de Messi y Neymar, el de la España de Diego Costa, el torneo en el que el fútbol le devuelve a Alemania todo lo que le ha acumulado en deudas durante esta última década. Debería ser el Mundial de la sonrisa y el tópico carioca, de la depilación brasileña del banderín de córner. El de la nueva Bélgica. El de la nueva Inglaterra. Y probablemente será todo eso, pero también será la Copa del Mundo de al reelección de Blatter, el Mr. Barnes que preside la FIFA, el de un país cabreado con el despilfarro, que encuentra un enorme desajuste entre sus prioridades y las de sus gobernantes. Si el aeropuerto de Castellón fuera un evento deportivo sería este. El Mundial de los estadios que se inauguran sin estar terminados, de los que se caen, de los que jamás llegaron a levantarse. Este será el Mundial de la Brazuca, el balón oficial, tan ligero que con un soplido se va a la escuadra. Disfrútenlo, porque en cuatro años se viene la Copa de Putin; y en ocho, la de la jequesa catarí, que seguramente decorará los postes con piedras de Swarovski.

Bélgica

Courtois, Vermaelen, Kompany, Hazard, Mirallas, Dembelé, Lukaku, Benteke. Cualquier aficionado medio al fútbol conoce estos nombres y, por consecuencia, sabe que, si hay un equipo que pueda dar la campanada en este mundial, ese es el belga. En las apuestas figura en quinto lugar, tras España y por encima de Francia e Italia.

Alena Buffon

Sin Victoria Beckham, Sylvie Van der Vaart y Adriana Karembeu, el universo wag (acrónimo inglés para referirse a las novias y esposas de los futbolistas) certifica su declive con la separación de Alena y Gianluigi Buffon. La que iba a ser la alegría de la zona VIP se ha llevado a los niños a Miami.

Aníbal Coutinho

Arquitecto responsable de la joya de la corona de los nuevos estadios brasileños, el Arena Corinthians de São Paulo, donde se disputará el partido inaugural. En noviembre se desplomó y murieron tres operarios. En abril se inauguró oficialmente sin estar terminado. Todo bien.

Ross Barkley

A sus 21 años, el centrocampista del Everton ejemplifica la enésima promesa inglesa de una generación de oro que realmente consiga algo. Inglaterra es una incógnita: tanto puede no pasar la fase de grupos como hacer el mejor Mundial desde 1990.

Shakira

Se echó novio hace cuatro años y hoy es el gran símbolo internacional de las relaciones entre fútbol y farándula. La diva estará en Brasil, sobre todo, en calidad de consorte y puede que con el corazón dividido: un tercio para la España de Piqué y el resto para su Colombia.

Joseph Blatter

Presidente de la FIFA desde hace 16 años, el suizo acaba de reconocer que la designación de Catar como sede del Mundial 2022 fue un error y seguro que también se arrepiente de haber concedido el de 2018 a la Rusia de Putin. Necesita que lo de Brasil salga estupendamente para aspirar a la reelección en 2015 y no añadir más sombras a su ya cuestionadísimo legado.

Diego Costa

Se importa lo que no se produce. A la España de Del Bosque, la del falso nueve y el rondo eterno, empezaba a faltarle gol, y ha ido a buscarlo a Lagarto, el rincón de Brasil en que nació Costa, quien llegó a disputar dos amistosos con la verdeamarela, pero se sintió redundante. España sí le necesita.

Herbert Hainer

Hay futbolistas del Barça o del Madrid del mismo modo que los hay de Nike o Adidas, pero solo hay un balón oficial, y este se llama Brazuca y es de la firma teutona. Herbert Hainer, su CEO, espera que el Mundial revierta un año muy flojo provocado principalmente por el derrumbe de las ventas de productos relacionados con el golf.

J.Lo y Pitbull

¿Por qué conformarse con un himno oficial cuando puedes tener cinco, uno por continente? Atrás quedaron los tiempos en que la Argentina del 78 reclutaba a Ennio Morricone para que se pusiese al frente de la Orquesta Sinfónica de Buenos Aires. Hoy se impone la línea populachera de temas como We Are One (Olé Ola), interpretada por la brasileña Claudia Leitte y los yanquis latinos Jennifer Lopez y Pitbull.

Ibrahimovic

El sueco del PSG tal vez sea el mejor de los futbolistas que verán el Mundial desde el sillón de casa, como le ocurrió a David Ginola en 1998 y le viene ocurriendo a Ryan Giggs desde que tiene uso de razón.

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