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Historias de reconstrucción en Filipinas

Seis meses después del tifón que asoló buena parte del país, los ciudadanos tratan de volver a la normalidad y de rehacer sus vidas

Jadnel, 11 de Tanauan, Leyte, va a la iglesia todos los domingos con sus padres. Esta comunidad costera fue gravemente golpeada por el tifón, dejando cientos de muertos y miles de casas destruidas. Plan conoció a Jednel a principios de diciembre de 2013, tres semanas después del desastre. En ese momento el deseo de Jednel era empezar de nuevo la escuela y que su familia pudiera reconstruir su casa. "Me siento mejor ahora. La escuela empezó en enero. Pero deseo que mi padre consiga un trabajo para poder reconstruir nuestra casa ", dice Jednel.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
El pozo está contaminado desde que pasó el tifón y el agua ya no se puede beber. El Puerto de Tacloban quedó totalmente devastado por la tormenta y las personas continúan viviendo en refugios improvisados.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
La procesión del 1 de mayo en honor de Santa María en el puerto de Tacloban. En mayo los niños tienen vacaciones de verano y las escuelas reanudarán sus actividades en junio.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
Un padre está descansando con su hija en la sombra de un barco varado en el puerto de Tacloban. Mayo es uno de los meses más calurosos del año en Filipinas.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
Procesión del 1 de mayo en la ciudad de Tacloban.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
Niñas se praparan para la procesión del primero de mayo en Tacloban.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
Sharemae, 11 vive en la playa en Tanauan, un pueblo que fue gravemente afectado por el tifón. "Yo estaba muy triste porque destruyó nuestra casa y todo lo que teníamos. Me gusta la carpintería y he ayudado a mi familia a reconstruir una nueva cocina fuera de nuestra nueva casa temporal. Desde el tifón he estado jugando mucho con el móvil y viendo la televisión con mis amigos. Antes solíamos correr y jugar al aire libre, pero ya no. Nuestros padres tienen miedo de que nos lastimemos con objetos filosos tirados en la basura. Mi sueño es estudiar y conseguir un trabajo para poder ayudar a mis padres a tener una vida mejor", cuenta.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
Jednel vive en la playa en Tanauan, Leyte, en un pueblo que fue gravemente afectado por el tifón. Plan conoció a Jednel a principios de diciembre de 2013, tres semanas después del desastre. El deseo de Jednel era empezar de nuevo la escuela y que su familia pudiera reconstruir su casa. "Yo estaba feliz cuando la escuela comenzó de nuevo en enero. Es una escuela de campaña, pero no importa. Ahora estamos en vacaciones de verano, pero empezaremos de nuevo en junio. Me paso los días jugando con el móvil y viendo la televisión con mis amigos, pero antes debo ayudar a mi madre a lavar los platos y regar las plantas. Yo no pienso más en el tifón, pero cada vez que llueve me da mucho miedo. A veces tengo pesadillas. Hemos evacuado tres veces después de Yolanda (Haiyan) debido a las alertas de tifón. Corremos a la terraza de la casa de mi profesor que vive al lado. Es muy aterrador", dice.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)
Bernadeth en su nueva casa segura construida por el Programa de Plan 'Building Back Better' in Tacloban. Esta de 16 años, vive con su madre soltera y cuatro hermanos en una de las zonas pobres de la ciudad de Tacloban. "Yo estaba estudiando antes de Yolanda (Haiyan) pero después del tifón tuve que dejarlo porque todas las escuelas fueron destruidas. Fui a Manila durante cinco meses, pero espero empezar nuevamente la escuela en Tacloban en junio. El tifón ha cambiado realmente mi vida. Antes yo era muy rebelde y hacia cosas estúpidas. Pero el desastre me hizo ver lo importante de la vida y lo corta que es para perderla. Quiero ser profesora de inglés. Quiero ser alguien que mis hermanos y hermanas puedan admirar. Alguien que pueda ayudar a quienes lo necesitan”, explica.Pieter ten Hoopen (Plan Internacional)