Continúa la barbarie en Siria

Quiero elogiar el editorial de EL PAÍS ¿Qué fue de Siria? publicado el pasado lunes. Contundente acusación a la tan cacareada comunidad internacional y a su supuesta voluntad de poner coto a los desmanes que, impunemente, están cometiendo los bárbaros desde hace tres años.

Denuncia la “indiferencia exterior” y la “bochornosa parálisis occidental, alentada por la política contemplativa de Obama”, y la absurda actitud del presidente norteamericano, más interesado “en la consecución de un acuerdo nuclear con los ayatolás que en presionar a Teherán sobre su sanguinario socio sirio”...

Quiero elogiar el editorial de EL PAÍS ¿Qué fue de Siria? publicado el pasado lunes. Contundente acusación a la tan cacareada comunidad internacional y a su supuesta voluntad de poner coto a los desmanes que, impunemente, están cometiendo los bárbaros desde hace tres años.

Denuncia la “indiferencia exterior” y la “bochornosa parálisis occidental, alentada por la política contemplativa de Obama”, y la absurda actitud del presidente norteamericano, más interesado “en la consecución de un acuerdo nuclear con los ayatolás que en presionar a Teherán sobre su sanguinario socio sirio”.

Y mientras tanto, ¿de la UE, qué? El mismo día del editorial, el Consejo de Asuntos Exteriores publicaba sus Conclusiones sobre Siria. Contiene 15 párrafos. Cuatro comienzan con un “La UE reitera…”, en dos “deplora…”, otros tres pasan al uso de la “preocupación” (la UE “está preocupada”, “nota con gran preocupación”, “está crecientemente preocupada)”. Todos ellos son expresión de que Siria está peor que en el anterior comunicado. Revelan lamento e impotencia, solidaridad y frustración, pero también ausencia de acción que ponga fin a la necesidad de reiterar, deplorar y manifestar preocupación. Continuamos siendo, solo, un gigante económico.— Emilio Menéndez del Valle, eurodiputado socialista. Estrasburgo, Francia.